Victor
Marie Hugo nació el 26 de febrero de 1802 en Besançon
(Francia). Fue el tercer hijo (en1798 nació su hermano
Abel y en 1800, Eugéne) del tormentoso matrimonio entre
el general napoleónico Joseph Leopold Hugo y Sophie
Trébucher, apasionada partidaria de los Borbones. De
sus padres heredó una combatividad ambiciosa, un espíritu
de resistencia y un invencible gusto por la libertad.
Hasta la separación de sus padres, en 1809, su infancia
fue caótica. Pasó por diversos internados y,
a causa de los traslados de su padre, vivió en Córcega,
Italia y dos años en España. Ya divorciada,
su madre se instaló con los tres hijos en una casa
en la que también se alojaba el general Victor Lahorie,
padrino del futuro escritor y probable amante de la madre.
Aunque sólo acudió durante tres años
a la escuela, Victor Hugo fue un estudiante brillante, que
con 7 años inventaba tipos de rimas. Adquirió
una sólida formación en lengua y literatura
latinas y fue un lector apasionado y voraz.
En 1817, cuando contaba sólo 15 años, recibió
un premio de la Academia Francesa por uno de sus primeros
poemas. Dos años después destacó en los
fuegos Florales de Toulouse. Su primer libro de poemas, “Odes
et poésies diverses”, se publicó en 1821,
el mismo año en que, junto con sus hermanos, fundó
el periódico “Le Conservateur Litteraire”.
Su referente literario era, por aquel entonces, Chateaubriand,
cuya fama y fortuna envidiaba. En 1821, poco antes de morir,
su madre le auguró que sería mucho más
famoso que Chateaubriand, como efectivamente sucedió
pocos años después.
Cuando tenía 20 años, Hugo se casó
con Adéle Fouchet, una joven a la que conocía
desde la infancia. Pero aquella boda se convirtió en
un auténtico drama. En primer lugar, el poeta no consiguió
la autorización de su padre hasta pocos días
antes de que se celebrara la ceremonia. En segundo lugar y
mucho más dramático, desoyó las súplicas
de su hermano Eugéne, que se había enamorado
de la misma joven. En el día de la boda, durante la
celebración del convite, Eugéne Hugo perdió
la cordura y tuvo un ataque de celos y furia.
Los médicos decretaron que padecía una enfermedad
mental y lo encerraron en un manicomio donde permaneció
el resto de su vida (murió 15 años después
del desdichado suceso). Podría pensarse que hubo algo
realmente maldito en la unión de Victor Hugo y Adéle,
teniendo en cuenta los infortunados destinos de sus hijos:
el mayor, Léopold, murió a los tres meses de
nacer; Leopoldine, la segunda, murió ahogada en el
río Sena al poco de haberse casado; Charles y François-Victor,
otros dos de sus hijos, llegaron a la edad adulta, pero fallecieron
antes que su padre, y Adéle, la pequeña, se
volvió loca por amor igual que su tío y fue
recluida en un manicomio hasta el fin de sus días.
El primer libro de poemas de Victor Hugo le gustó
tanto a Luis XVIII que el monarca francés concedió
a Hugo una pensión para que pudiera seguir escribiendo.
Dos años más tarde, su primera novela “Han
de Islandia”, fue recibida por los críticos como
el más claro exponente del entonces emergente movimiento
romántico. La ambigüedad de esta corriente literaria,
que iba del conservadurismo a lo revolucionario, quedó
plasmada en las posteriores obras de Victor Hugo: “Nuevas
odas”, publicada en 1824, “Odas y baladas”
(1926), y “Las orientales”(1829). Hugo fue uno
de los autores que acuñó el concepto de “grandes
clásicos” de la literatura universal, llamando
la atención sobre la importancia de escritores como
Dante, Miguel de Cervantes o Shakespeare.
El estreno del drama en verso “Hernani”, que
tuvo lugar el 25 de febrero de 1830, supuso el triunfo definitivo
del romanticismo sobre el ya obsoleto neoclasicismo francés.
Seis meses después de la revolución burguesa
fue derrotado el último Borbón absolutista,
Carlos X, y reempelazado por Luis Felipe de Orleans, monarca
constitucional del que Hugo se hizo partidario. Paralelamente
a las sacudidas políticas, la vida de Hugo se conmocionó
cuando su mejor amigo, el célebre crítico Sainte-Beuve,
le confesó su amor por su esposa. El triángulo
amoroso duró hasta 1833, fecha en que Hugo se enamoró
de Juliette Drouet. El poeta no llegó a romper nunca
su matrimonio y hasta la muerte de su esposa, sucedida en
1866, no se unió a su amante. Juliette no fue la única
mujer de su vida, ya que mantuvo un idilio con Léonie
Biard, una escritora perteneciente al círculo de la
corte.
Si <Hernani> lo consagró como dramaturgo en
los círculos ilustrados franceses, su fama entre el
gran público le llegó de la mano de “El
jorobado de Notre-Dame” (1831), una novela histórica
cuyos personajes, el espantoso Quasimodo y la bella gitana
Esmeralda, han pasado a ser conocidos en todo el mundo. En
1841, fue elegido miembro de la Academia Francesa con el apoyo
de la duquesa de Orleans y, cuatro años después,
el rey Luis Felipe lo nombró par de Francia. Sin embargo,
la muerte de su hija Leopoldine en 1843, supuso un durísimo
golpe para el poeta. Pese a estas adversidades, nunca descuidó
su producción literaria, que fue muy prolífica.
Uno de sus dramas, “El rey se divierte”, fue la
base argumental de la ópera “Rigoletto”,
de Verdi.
En 1847, Hugo apoyó públicamente el fin de
la monarquía y la vuelta a Francia de Luis Bonaparte,
sobrino de Napoleón. Al año siguiente, cuando
los Orleans fueron derrocados, el escritor aceptó el
cargo de diputado por París en la Asamblea Constituyente
y, más tarde, en la Asamblea Legislativa, con el apoyo
de los católicos conservadores aunque no por mucho
tiempo. Hasta el golpe de estado de 1851, en el que Luis Bonaparte
pasó de presidente constitucional a emperador con el
nombre de Napoleón III, Hugo se pronunció en
el Parlamento a favor de la libertad de prensa y el sufragio
universal y en contra de las leyes de deportación.
Eso le hizo ser declarado persona non grata por el régimen
y que tuviera que huir. En 1859, cuando Napoleón III
decretó una amnistía, Hugo hubiera podido volver
a Francia, pero, firme opositor al emperador, el poeta no
volvió a Francia hasta 1870, año en que fue
derrocado.
Tras una inicial estancia en Bruselas, Hugo pasó
su exilio en el sur de Inglaterra y durante esa época
escribió obras-panfleto contra Napoleón, pero
también novelas de madurez como “Los castigos”
(1853), “Las contemplaciones” (1856) o “la
leyenda de los siglos” (1859). Apartado de las intrigas
políticas y literarias, se aficionó a la práctica
del espiritismo. En 1861, una visita al campo de batalla de
Waterloo le inspiró la conclusión de su celebérrima
novela, “Los miserables”, que se publicó
al año siguiente y fue un gran éxito editorial
del siglo XIX.
A su regreso a Francia tenía 68 años y todavía
tuvo suficiente energía para retomar su trabajo como
diputado, pero, desilusionado y abatido por las desgracias
que vivieron sus hijos, no permaneció demasiado tiempo
en el cargo. Hugo estaba en Bruselas cuando estalló
el movimiento de los Comuneros de 1871, considerado como la
primera revolución proletaria. No apoyó la insurrección,
pero dio refugio a los rebeldes cuando se desató una
feroz represión contra ellos.
Senador honorífico desde 1873, celebró los
80 años en el esplendor de su fama. Murió el
22 de mayo de 1885, a los 83 años, y recibió
funerales de héroe nacional, siendo enterrado en el
Panteón. Su poesía influyó en autores
como Baudelaire, Rimbaud, Mallarmé y los surrealistas.
VÍDEOS DE Victor Hugo
A continuación podemos ver un vídeo de Victor Hugo :