Shirley MacLaine, actriz de hollywood

Shirley MaclaineShirley Beatty nació el 24 de abril de 1934 en Richmond, estado de Virginia (Estados Unidos). Fue la primogénita del matrimonio formado por Ira Owens Beatty, músico y profesor de psicología, y Kathlyn Corinne MacLaine, profesora de arte dramático y actriz aficionada. Shirley, llamada así por Shirley Temple, tenía los tobillos muy débiles y su madre pensó que los fortalecería haciendo ballet. En marzo de 1937, nació su hermano, Warren Beatty, que en el futuro se convertiría en uno de los actores más célebres y mujeriegos de Hollywood. La llegada del pequeño provocó que Shirley se sintiera ignorada y que empezara a chillar y morderse el dorso de las manos para llamar la atención. Pasada esa época de celos, Shirley y Warren fueron buenos compañeros de juegos y, ya más mayores, iban cada sábado al cine, donde a veces se colaban tras la pantalla para escuchar los diálogos de sus películas favoritas. Estaba tan encandilada con el ballet que su pesadilla más recurrente durante la infancia era que perdía el autobús para ir a clase. En la mayoría de sus funciones siempre hacía el papel de chico por ser muy alta, y cuando le tocó hacer de hada madrina, en “La Cenicienta”, tuvo la mala suerte de romperse el tobillo. Consciente de que aquella era su gran oportunidad, se ató fuertemente los lazos de los zapatos a los tobillos, salió a actuar y, sólo cuando acabó, llamó a una ambulancia. Aquello supuso el fin de su carrera profesional como bailarina, por lo que se decantó por el teatro. En 1950, se mudó a Nueva York donde trabajó de corista en varias operetas que le permitieron conocer a un joven actor y director de televisión llamado Steve Parker. Cuatro años después, cuando ya utilizaba el nombre artístico de Shirley MacLaine, le llegó la fama con “The Pajame Game”, al sustituir a Carol Haney que, curiosamente, también se había roto el tobillo. Entre el público estaba el productor Hal B. Wallis, que la contrató para ir a Hollywood a trabajar para la Paramount Pictures. Debutó en el cine con el filme de Hitchcock “Pero, ¿quién mató a Harry?” (1955) y, ese mismo año, se casó con Steve y tuvieron a su única hija, Stephanie Sachiko(Sachi), nacida en 1956.

Desde el principio, Shirley sentó las bases de su matrimonio: “Éramos muy amigos y, como adoro la libertad, acordamos tener una relación abierta. Él vivía en Japón y yo, en Hollywood, así que ambos tuvimos líos extramaritales. Tuve una gran cantidad de amantes y también un montón de pésimos amantes. No me interesaban los flirteos ocasionales, aunque quise probar y tuve sexo con tres personas el mismo día”, confiesa en su autobiografía, recientemente publicada con el título de “I'm over all that”.

Poco a poco, su carrera en Hollywood empezó a consolidarse con excelentes películas: “Como un torrente” (1958), “El apartamento” (1960), donde interpretó el papel de una prostituta que había sido pensado para Marilyn Monroe, o “Irma la dulce”, (1963). Estos tres trabajos le valieron sendas nominaciones al Oscar, aunque no logró la estatuilla. Durante los 60, se convirtió en la “mascota” del célebre “rat pack”, nombre con el que se conocía a la pandilla formada por Frank Sinatra, Dean Martin y Sammy Davis Jr, que se hicieron muy conocidos por su estilo de música, sus shows cómicos, sus películas y sus borracheras. “Añoro aquella época porque fue muy divertida y jamás se podrá repetir. Todos eran artistas dentro y fuera del escenario, ya que desde niños habían vivido sobre las tablas. La última gira que hice con Frank fue increíble, estaba mayor, se le olvidaban las letras, pero daba igual. Era un genio”, ha comentado.

En 1970, demandó a su descubridor cinemato gráfico, Hal Wallis, por incumplimiento de contrato y la resolución judicial que se falló a su favor supuso el fin de un “star system” en el que las estrellas firmaban contratos-esclavistas con los estudios. Pasado algún tiempo, tras intervenir en “Dos mulas y una mujer”, su carrera sufrió una crisis que remontaría cuando rodó “La fuerza del cariño” (1983), con la que ganó finalmente el Oscar a la Mejor Actriz Principal.

En 1982, se divorció de su marido al saber que Steve le había robado durante años millones de dólares, que había ido transfiriendo a la cuenta de su amante japonesa, dejando completamente arruinada a Shirley. A partir de ese momento, empezó a escribir libros sobre temas espirituales, autoestima, reencarnación y vivencias personales –“Lo que sé de mí”, “Bailando en la luz” o “Mis estrellas de la suerte”-, en los que explicaba que, en anteriores vidas, había sido sacerdotisa inca, bailarina de un harén o habitante de la legendaria Atlántida. Esos libros le granjearon fama de bicho raro, sin que a ella le importara lo más mínimo. En el verano de 1994, hizo a pie el Camino de Santiago.

Shirley dice de ella que es muy solitaria, le gusta leer, escribir y estar en sintonía con la naturaleza. “Mi soledad forma parte del proceso de envejecer porque cada vez que terminaba de rodar una película cogía un avión y me recorría el mundo. He viajado tanto que sólo me queda por conocer Afganistán y la Antártida”, explica. En la actualidad vive en una mansión en Nuevo México, mantiene su característico peinado corto y despuntado, sigue igual de pecosa y larguirucha y es consciente de que nunca ha sido una gran belleza, “de ahí que tenga una vejez sin problemas porque he asumido bien todos los procesos”.

En 1999, debutó como directora con la película “Bruno” y, con la llegada del nuevo siglo, actuó en el filme “These Old Broads” (2001) - junto aElizabeth Taylor, Joan Collins y Debbie Reynolds-, “En sus zapatos” (2005) y en “Historias de San Valentín” (2010).

A sus 77 años, la actriz ha vuelto a ser noticia porque en su último libro detalla sus numerosos amantes, tanto dentro como fuera de la pantalla. “Robert Mitchum era esencialmente pasivo. Era incapaz de decir nada. La vida le pasaba y yo le pasé. Danny Kaye era excesivo y romántico, a la vez que un maestro de la manipulacióny un genio para contar historias. Tuvimos una maravillosa relación llena de amor y noches estrelladas”, dice de dos famosos con los que vivió romances. Y continúa: “Yves Montand tenía carisma y era irresistible. Una noche, en un hotel, llamaron a la puerta y, al abrirla, me lo encontré en el pasillo perdido y abatido. Entramos, le rodeé con mis brazos y nos acostamos. Fue una experiencia tierna. Un alivio más que otra cosa. Al final del rodaje de “Mi dulce geisha” mi marido me dijo que Montand había apostado con él a que podría enamorarme”. De Olof Palme, el ex primer ministro sueco asesinado, confiesa que “esteba técnicamente casado, pero tenía otras amantes aparte de mí. Estuvimos juntos durante años”. Con Pierre Trudeau, ex presidente de Canadá, tuvo “una relación complicada porque era un dictador, un autócrata”, y sobre Andrew Peacock, ex ministro de Exteriores australiano, dice que “fue mi relación más larga con un político. Era encantador, divertido y conservador. No sabía lo mío con Palme”.

Pero no todo fueron amantes, “Con Jack Lemmon nunca tuve nada porque no me atraía. Era muy dulce, como mi tía Louise” y con Jack Nicholson tampoco hubo nada, “porque tenía una química demasiado peligrosa. Me gusta esa química si es controlable pero en el caso de Jack no... Era extremadamente peligroso”. Con este libro, se ha quitado el sambenito de mosquita muerta.


VÍDEOS DE Shirley Maclaine
A continuación podemos ver un vídeo de Shirley Maclaine :





Fotos de Shirley Maclaine:



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