Santa Teresa de Jesús, Fundadora de las Carmelitas Descalzas

Santa Teresa de JesúsTeresa Sánchez de Cepeda Dávila yAhumada nació el 28 de marzo de 1515 en Ávila. Fue la primera de los ocho hijos de Alonso Sánchez de Cepeda, rico descendiente de una familia judía conversa, y de su segunda mujer, Beatriz Dávila yAhumada. Desde muy pequeña demostró tener una imaginación muy viva.Gracias a la insistencia de su madre, aprendió a leer, algo extraño para una mujer de su época y era una lectora ávida de los libros de santos, las novelas de caballerías y los romanceros que encontraba en la biblioteca de su padre.

A los 7 años, decidió, junto a su hennano Rodrigo, escaparse de su casa para viajar a las “tierras de infieles” -territorios habitados por musulmanes- con el objetivo de sufrir el martirio, pero su sueño se frustró porque los encontraron enseguida y les hicieron volver. A Teresa le gustaba estar sola y rezaba en su cuarto ante un cuadro del Salvador. Era una niña bonita y presumida, a la que le gustaban los vestidos, cuidar de sus manos y usar perfumes.

En 1527, falleció su madre, sumiendo a la pequeña en una gran pena que reflejaría con gran serenidad en su biografía, titulada “Libro de la vida”,donde escribió: “En cuanto empecé a caer en la cuenta de la pérdida que había sufrido, comencé a entristecerme sobremanera; entonces me dirigí a una imagen de Nuestra Señora y le rogué con muchas lágrimas que me tomase por hija suya”. Su padre empezó a preocuparse de que todas aquellas lecturas de caballeros andantes le guiaran por el mal camino y ella, temerosa de ofender a Dios, se confesaba continuamente. Ajena a los juegos callejeros de sus amigos, siguió refugiándose en los libros al tiempo que su alma cada vez era más frágil y más sensible.

Cuando Teresa tenía 15 años, su padre la envió a estudiar al convento de las agustinas de Ávila, donde solían acudir las jóvenes de su rango. Un año después, cayó gravemente enferma, con desmayos continuos, problemas de corazón y privaciones del sentido, por lo que la llevaron de nuevo a casa. Durante el período de convalecencia, y pese a la negativa de su padre, decidió convertirse en monja. Juana Suárez, amiga suya y religiosa del convento carmelita de la Encarnación de Ávila, la animó a seguir en el empeño y, el 3 de noviembre de 1532, tomó los hábitos. Pero de nuevo volvió a enfermar y tuvo que regresar a su casa. Los médicos la dieron prácticamente por muerta, pero sobrevivió, aunque quedó paralítica durante casi dos años. A mediados de 1539 se curó, según ella por intermediación de San José, pero su salud quedaría para siempre muy minada. Volvió al convento, donde recibía numerosas visitas de familiares y amigos, descuidó sus oraciones, dudaba de su fe y busco la ayuda de un consejero. Aquella incertidumbre produjo uno de los hechos más importantes en la vida de la futura santa, ya que, según cuenta en sus memorias, en 1541 - año de la muerte de su padre - tuvo la primera aparición de Cristo cuando rezaba ante un crucifijo sangrante preguntándole: “Señor, ¿quién te puso así?”, y él le contestó: “Tus charlas en la sala de visitas; ésas fueron las que me pusieron así, Teresa”. Desde ese preciso momento evitó las visitas y se sumió en una vida de penitencia, mortificación y oración constantes. Dios empezó a manifestársele mediante visiones y, comunicaciones interiores. Cuando Teresa lo comentó, unos le dijeron que era víctima de los engaños del demonio y otros afirmaron que se trataba realmente de la gracia del Señor. Ella no sabía a quién creer y empezaron a sucederse episodios de éxtasis junto con esponsales espirituales, un matrimonio místico y la transverberación: “Vi a mi lado a un ángel que se hallaba a mi izquierda, en forma humana. Confieso que no estoy acostumbrada a ver tales cosas, excepto en muy raras ocasiones... El ángel era de corta estatura y muy hermoso, su rostro estaba encendido como si fuese uno de los ángeles más altos que son todo fuego”.

Teresa quería morir pronto para unirse a Dios, “lo única razón que encuentro para vivir es sufrir y eso es lo único que pido para mi”. Disgustada por la indisciplina de las carmelitas, en 1560 decidió, con el apoyo del Papa, reformar la congregación para volver a la austeridad, la pobreza absoluta y a la auténtica clausura. Con el dinero de familiares y amigos, como la duquesa de Alba, y el apoyo del místico San Juan de la Cruz, reformador de la orden masculina, se creó la primera comunidad de las Carmelitas Descalzas de San José, rama de la Orden de Nuestra Señora del Monte Carmelo, oficializada en 1567. Desde entonces, mientras en Europa avanzaba el protestantismo de Lutero, se crearon nuevas comunidades en Soria, Palencia, Burgos, Segovia, Valladolid, Palencia y Granada.

Al mismo tiempo que Teresa alcanzaba uno de sus mayores reconocimientos en la sociedad, su salud comenzaba a resentirse y la Inquisición intentaba secuestrar su biografia, escrita en 1562. Su gran devoción le estaba dejando sin fuerzas, viajaba sin descanso por la mayoría de las ciudades españolas, repartía fe, consuelo y paz, pero la debilidad se apoderó de la santa. Mientras se encontraba en Alba de Tormes, su salud empeoró y falleció el 4 de octubre de 1582. El 25 de noviembre fue enterrada en el convento de la Anunciación de esa localidad.

Nueve meses después, abrieron el ataúd, diseccionaron una de sus manos, la enviaron a Ávila y el padre Gracián le cortó el dedo meñique. En 1585, su cuerpo encontró sepultura definitiva en el convento de San José en Ávila. Durante esos traslados, se sacaron varias reliquias: el pie derecho y la mandíbula superior están en Roma; el ojo izquierdo y la mano derecha en Ronda; la mano izquierda en Lisboa o el brazo izquierdo y el corazón en Alba de Tormes. Santa Teresa dejó una obra literaria abundante: 437 epístolas, las obras místicas “Camino de perfección”, “Conceptos del amor de Dios” o “Castillo Interior” y numerosos poemas. Canonizada en 1622, fue la primera mujer que logró el grado de Doctora de la Iglesia Católica y los títulos de patrona de los escritores españoles, capitana de los reinos de España,y doctora por la Universidad de Salamanca. La vida de la santa ha sido llevada a la televisión en la serie “Teresa de Jesús”, en 1984 con Concha Velasco, y recientemente, al cine con “Teresa: el cuerpo de Cristo”, protagonizada por Paz Vega y que ha provocado las quejas de la Conferencia Episcopal.


VÍDEOS DE Santa Teresa de Jesús
A continuación podemos ver un vídeo de Santa Teresa de Jesús :





Fotos de Santa Teresa de Jesús:



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