Salvador Allende

Salvador AllendeSalvador Allende Gossens nació en Valparaíso (Chile) el 26 de junio de 1908. Hijo de un abogado y notario que era militante del Partido Radical, pasó su infancia en Tacna, ciudad entonces chilena. Cuando tenía diez años su familia lo envió a la capital para seguir con sus estudios secundarios. En su juventud trabó amistad con Juan Demarchi, un viejo anarquista afincado en Chile que influiría decisivamente en la formación de su ideología política.

En 1926, después de cumplir con el servicio militar, comenzó sus estudios de Medicina en la Universidad de Chile, en Santiago. En esos años, la facultad de Medicina era la más progresista en cuanto a ideología, ya que los futuros médicos vivían en los barrios populares y tenían contacto con los habitantes más humildes de la capital chilena. Siendo universitario fue elegido presidente del Centro de Alumnos de su facultad y fue vicepresidente de la Federación de Estudiantes de Chile. Paralelamente, fue uno de los fundadores del Grupo Avance, colectivo que se reunía periódicamente para debatir sobre textos marxistas, aunque, siguiendo una tradición familiar, en 1929 ingresó en la Masonería. Su participación activa contra la dictadura del presidente Carlos Ibáñez del Campo le valió pasar por la prisión en 1930 y su expulsión temporal de las aulas universitarias, si bien, al cabo de un tiempo, fue readmitido debido a su excelente expediente académico. A pesar de que todas estas vicisitudes generadas por su lucha política interferían en sus estudios, en 1932, Allende se graduó como médico cirujano y obtuvo el puesto de anatomo-patólogo.

No pudo ejercer el puesto durante mucho tiempo. En ese mismo año, su apoyo a la efímera República Socialista, encabezada por Marmaduke Grove y que fue desmantelada, le valió que las nuevas autoridades lo llevaran ante las Cortes Marciales y volviera a ingresar en prisión. No estuvo demasiado tiempo entre rejas y, al poco tiempo de su salida, fue uno de los protagonistas de la fundación del Partido Socialista de Chile en su ciudad natal, Valparaíso.

En esa época, a principios de los años treinta, Allende compaginaba su actividad política con la medicina como dirigente de la Asociación médica Chilena, como creador de la Revista Médica de Valparaíso o redactando una importante memoria sobre Higiene Mental y Delincuencia. El nuevo presidente chileno, Arturo Alessandri Palma consideró a Allende como un “peligroso agitador” e hizo que fuese deportado al puerto de Caldera.

A su regreso a Valparaíso, participó en la fundación del Bloque de Izquierdas, una formación política que, tiempo después, daría paso al Frente Popular del que fue presidente provincial en Valparaíso.

En 1937, la carrera política de Salvador Allende empezó a cobrar relevancia en su vida por delante de su dedicación a la medicina. En ese año, consiguió un escaño como diputado por la circunscripción de Quillota y Valparaíso y fue elegido subsecretario del Partido Socialista.

En 1939, durante la noche del terremoto de Chillan, Allende conoció a la profesora de Historia Hortensia Bussy Soto con la que se casó al año siguiente y tuvo tres hijas: Carmen Paz ,Beatriz, a la que llamaban cariñosamente “Tati” y que se quitó la vida en La Habana en 1997, y María Isabel, que, siguiendo la vocación política de su padre, milita en el partido socialista y ocupa, actualmente, el cargo de Presidenta del Parlamento Chileno.

Con la ascensión al poder del Frente Popular, de cuya campaña electoral fue artífice, Allende se hizo cargo del Ministerio de Salubridad, Previsión y Asistencia Social, pero sus discrepancias con la política de su gobierno y su nombramiento como secretario general del Partido Socialista lo llevaron a renunciar al cargo en 1942.

Tres años después, como senador, presentó importantes leyes sociales de protección a la madre y el niño y proyectos como la creación del Servicio Nacional de Salud y el Servicio de Seguridad Social.

Salvador Allende optó por primera vez a la presidencia de Chile en 1952 y, aunque tan sólo consiguió el 5,4% de los votos, se convirtió en un duro rival para la derecha.

Cinco años después, los dos partidos socialistas se fusionaron con el Partido Comunista creando el Frente de Acción Popular, el FRAP, y Allende se convirtió en su candidato a la presidencia.

En esa época, viajó a Cuba para establecer relaciones con el nuevo régimen cubano y sus líderes, Fidel Castro y Ernesto “Che” Guevara. Castro nunca vio con buenos ojos lo que se llamó “la vía chilena al socialismo”, es decir, la instauración de un gobierno socialista mediante la democracia, ya que, en caso de triunfar, desacreditaría su acción armada. Incluso, en un discurso de homenaje a Allende, tras su muerte, el cubano inventó que el presiente Chile no había luchado como un héroe, destruyendo tres tanques militares antes de caer muerto acribillado por los militares.

Quizás Cuba no comulgaba demasiado con la vía chilena, pero a Estados Unidos le preocupaba enormemente. De hecho, recientemente, se ha hecho público un documento enviado por el secretario de Estado Dean Rusk a la Casa Blanca, en 1964, que decía: “Estamos haciendo nuestro mayor esfuerzo encubierto para evitar la posibilidad de que Chile sea el primer país americano en elegir a un presidente marxista declarado”.

A pesar de la presión internacional, en 1970, la falta de una mayoría absoluta en las elecciones obligó a una votación del Pleno del Congreso que eligió a Salvador Allende como nuevo presidente de la República Chilena.

Su Gobierno Popular expropió haciendas, estatalizó empresas y bancos, nacionalizó compañías extranjeras y redistribuyó la renta. Unas medidas que exasperaron a los grandes propietarios y aumentaron la presión de algunos países tal y como denunció Allende frente a la Asamblea General de la ONU.

En 1973, el 11 de septiembre, el palacio de La Moneda fue atacado por el ejército. Lo lideraba el General Augusto Pinochet, en quien Allende confiaba tanto que temía por lo que pudiera pasarle poco antes de que su propio cadáver fuera retirado por los bomberos envuelto en un poncho boliviano.

Según las conversaciones grabadas por radioaficionados, Pinochet especulaba con tirar a Allende desde un avión o exiliar su cadáver a Cuba, mientras el presidente hablaba a su país por la radio y les decía: “Siempre estaré junto a ustedes, por lo menos mi recuerdo será el de un hombre digno que fue leal a su patria”.

VÍDEOS DE Salvador Allende
A continuación podemos ver un vídeo de Salvador Allende :





Fotos de Salvador Allende:



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