Robert
De Niro Jr. nació en plena Gran Manzana de Nueva York
el 17 de agosto de 1943. Su padre, de origen italo-irlandés,
era pintor abstracto, escultor y poeta, y su madre, Virginia
Admiral, era otra pintora figurativa. La pareja de artistas
se divorció y el pequeño Bobby, de 3 años,
se quedó con su madre, que montó una agencia
literaria para salir adelante en el “Greenwich Village”
neoyorquino, un área cercana al barrio de inmigrantes
italianos “Little Italy”, donde dos de sus compañeros
de juegos, se convertirían más adelante en compañeros
de rodaje y amigos: el director Martin Scorsese y el actor
Harvey Keitel.
A los diez años, en una obra de teatro escolar interpretó
al león cobarde de “El mago de Oz” y se
despertó su vocación. Convenció a su
madre para que le inscribiera en clases de arte dramático,
que compaginaba con sus estudios hasta que, a los 16 años,
decidió dejar el instituto para dedicarse exclusivamente
a prepararse para ser un gran actor. Para ello, estudió
con grandes profesores como Stella Adler o Luther James, seguidores
del famoso “Método Stanislawski” (por el
que los actores construyen sus personajes a base de vivir
las mismas experiencias que ellos). Gracias a esa preparación
pudo entrar a estudiar en la prestigiosa escuela de arte dramático
“Actor's Studio” de Lee Strasberg.
En 1963, un jovencísimo Robert De Niro debutaba en
el teatro con el grupo teatral “American Workshop”,
y aunque no tuvieron demasiado éxito, De Niro consiguió
su primera oferta cinematográfica. El joven e innovador
Brian de Palma quiso contar con él para “The
wedding party”, una alocada película por la que
sólo cobró 50 dólares, pero que le sirvió
para establecer una buena amistad con de Palma, por el cual
conocería a Francis Ford Coppola.
Por aquel entonces, el ambiente en el que se movía
De Niro era demasiado alternativo y el actor no veía
salida a sus aspiraciones, por lo que se fue París,
pero Brian de Palma le volvió a llamar y juntos acabaron
“The wedding party” y rodaron un radical film
contra la guerra del Vietnam que fue todo un éxito:
“Greetings”.
La carrera de Robert De Niro empezaba a despegar, pero lejos
de las pantallas, en los escenarios del circuito alternativo
de Broadway donde protagonizó varias obras teatrales.
De allí le sacó la actriz Shelley Winters, que
le consiguió un papel en la película “Mamá
sangrienta”. La cinta narraba la historia de la jefa
de una banda de peligrosos asesinos integrada por sus propios
hijos. De Niro interpretaba al más joven de ellos,
un drogadicto algo bobo.
Su magnífica interpretación hizo que, durante
algún tiempo, se le encasillara en el papel de heroinómano.
Pero su amigo de la infancia Martin Scorsese le sacó
la etiqueta dándole el papel de uno de los dos pícaros
callejeros del barrio italiano, junto a su otro amigo de la
infancia, Harvey Keitel, en la película “Malas
calles”. De Niro se hizo con el premio de la crítica
de Nueva York por su trabajo y llamó la atención
de otro joven director de origen italiano que acababa de impactar
a la crítica con su versión cinematográfica
de “El padrino”. Era Francis Ford Coppola. El
realizador le ofreció a De Niro interpretar al joven
Don Vito Corleone en la segunda parte de la saga. Era una
labor difícil, ya que Marlon Brando había ganado
el Oscar por el papel del viejo Corleone el año anterior.
En vez de imitarlo, De Niro decidió viajar a Sicilia
para aprender la forma de hablar y gesticular de los campesinos
y eso lo mezcló con los rasgos que había creado
Marlon Brando para su personaje. El resultado fue su primer
Oscar como mejor actor secundario.
Convertido en una estrella, protagonizó “Novecento”
de Bernardo Bertolucci, y, poco después, la película
que, sin duda, confirmó su carrera y la de Scorsese:
“Taxi driver”.
Su papel del introvertido taxista neoyorquino que escapa
de su vida grís, solitaria y marginal a través
de la violencia, generó una fuerte polémica
cuando un hombre llamado Jonh Hinckley intentó matar
a Ronald Reagan asegurando que lo hacia imitando al personaje
de De Niro y con el objetivo de impresionar a su compañera
de reparto: la joven Jodie Foster.
Durante el rodaje de “Taxi Driver”, Robert De
Niro conoció a Diahanne Abbot, con la que se casó
en 1976 y tuvo a su primer hijo, llamado “Raphael”
-porque fue concebido en un hotel de Roma que llevaba ese
nombre- y que también es actor. Diahanne ya tenía
una hija, Drena, a la que De Niro, adoptó y con la
que hoy en día sigue manteniéndo una estupenda
relación, a pesar de que sus padres ya hace tiempo
que se separaron, a los tres años de relación.
Después del éxito de “Taxi Driver”,
el actor tuvo que asumir dos duros golpes profesionales: los
fracasos de “El último magnate” y “New
york,New York”, en la que compartía protagonismo
en la pantalla con Liza Minnelli.
Un año después, en 1978, el actor se volvió
a quedar a las puertas del Oscar con su nominación
por el papel protagonista de la pelicula bélica “El
cazador”. De Niro había retomado las riendas
de su carrera y se puso de nuevo bajo las órdenes de
Martin Scorsese para rodar “Toro salvaje”. Con
su meticulosidad habitual, estuvo aprendiendo a boxear durante
nueve semanas para unas escenas que apenas duraban l5 minutos
y, luego, engordó 25 kilos para interpretar la decadencia
del boxeador Jake LaMotta. Su fantástico trabajo le
llevó, por fin, a ganar el Oscar al actor principal.
Después se consolidó con películas como
“Brasil”, “El corazón del ángel”,
“El cabo del miedo” o “Casino”. En
esa época, junto a su novia Toukie Smith, tuvo dos
hijos gemelos, Aaron Kendrick y Julian Henry nacidos tras
una fertilización in vitro.
De Niro debutó como director en 1993 con “Una
historia del Bronx”, una de las primeras de su productora
“TriBeCa”. Este barrio neoyorquino también
da nombre a uno de sus varios restaurantes y al festival de
cine independiente que creó en 2002.
En 1997, después de numerosos romances con bellezas
como Naomi Campbell, se casó por segunda vez con Grace
Hightower, con la que tuvo un hijo llamado Elliot y de la
que se divorció dos años después, al
poco tiempo de haberse visto implicado por la policía
francesa en un caso de redes de prostitución.
Después de un sinfín de papeles dramáticos,
el actor se atrevió hace tres años con la comedia
en “los padres de ella” y repitió con “Una
terapia peligrosa”. Al preguntarle por la experiencia,
declaró que “hay gente que díce que el
drama es fácil y la comedia dura. No es cierto. Cuando
haces un drama, te pasas el día golpeando hasta la
muerte a un tipo con un martillo o algo así, pero cuando
haces comedias, le gritas a Billy Cristal durante cuatro horas
y te vas a casar”.
Hace un par de meses, después de cumplir los 60 años,
a Robert De Niro le fue diagnosticado un cáncer de
prostata. Ya ha sido intervenido con éxito y se está
recuperando muy rápidamente.
VÍDEOS DE Robert de Niro
A continuación podemos ver un vídeo de Robert de Niro :