Pedro Duque, astronauta español

Pedro DuquePedro Duque nació el 14 de marzo de 1963 en el madrileño barrio de San Blas y allí vivió hasta que acabó la carrera de Ingeniería.

Como todos los niños. jugaba a fútbol y a baloncesto,pero asegura que no era demasiado bueno. También jugaba a lo que le gustaría ser de mayor y un día quería ser arquitecto, otro controlador aéreo como su padre, su tío y, actualmente, su único hermano, pero, según él mismo explica, “nunca quise ser ni bombero ni militar”. Con sólo seis años se sentó junto a su familia frente al televisor para ver cómo el hombre pisaba la luna por primera vez y le impresionó: “¡Ese día todos queríamos ser astronautas!, pero en aquella época, los españoles no podíamos serlo”.

A pesar del escepticismo que le rodeaba, y del suyo propio, un factor a favor de su ilusión era que sus asignaturas preferidas eran la Física, la Química y la Pretecnología, una clase en la que, construían algunos elementos eléctricos como pequeños motores. En cambio, la literatura era su cruz porque “no entendía por qué se tenía que saber la fecha de nacimiento de los autores o las vicisitudes de sus vidas”. Eso sí, era un ávido lector de cómics, como “Mortadelo y Filemón” o “Astérix”.

Su padre cuenta que, durante 15 años, le ocultó los resultados de un test de inteligencia escolar para que no se creyera superior a nadie.

Al ver que lo suyo eran las ciencias y manteniendo aquella ilusión infantil por el Espacio, decidió estudiar Ingeniería Aeronáutica, aunque era consciente de que los españoles se podían dedicara labores técnicas, pero la puerta a los vuelos espaciales la tenían cerrada.

En Ingeniería se licenció con matrícula de honor, recibiendo el Premio Fin de Carrera. Durante su etapa universitaria fue cuando se empezó a interesar más en serio por el Espacio. Era el año 1984 y Pedro Duque, antes de licenciarse, empezó a trabajar para la Agencia Europea del Espacio (ESA). Por aquel entonces, se casó con Lourdes García y tuvo a su primer hijo. Andrés.

Duque continuaba pensando que los viajes espaciales no estaban a su alcance, así que se concentraba en algo mucho más prosaico: el diseño de satélites.

Pero, de pronto, su vida dio un giro de 180 grados. Un día de 1990 hojeaba el periódico cuando vio un anuncio que le interesó. La Agencia Europea del Espacio, con la que ya había colaborado en alguna ocasión, solicitaba ingenieros y científicos para ¡ser astronautas!

Pedro envió su currículum, pero el proceso de selección del primer equipo de astronautas de la ESA no era cualquier cosa y, durante dos años, Duque tuvo que competir con más de 600 candidatos españoles y otros 6.000 europeos, pasando duras pruebas técnicas, médicas y psicológicas.

Después de ese duro proceso de selección, el 15 de mayo de 1992, Pedro Duque fue nombrado miembro del primer equipo de astronautas de la ESA, compuesto por cinco científicos más procedentes de Alemania, Italia, Francia, Bélgica y Suecia.

Ese mismo año, el ya aprendiz de cosmonauta, se incorporó al Centro Europeo de Astronautas de Darmstadt (Alemania) para realizar un primer curso de dos meses y, al poco tiempo, viajó a Moscú, a la “Ciudad de las Estrellas”), para otro de cuatro semanas. Allí, Pedro Duque fue preseleccionado por la ESA para el vuelo Euromir. El viaje se realizó en 1994, pero quien lo realizó fue el alemán Ulf Merbold, que ya había hecho dos vuelos espaciales. El español se quedó en tierra como suplente, coordinando el enlace con la tripulación de la nave.

También en Moscú conoció a la que sería su segunda mujer, Consuelo Femenía, que forma parte del Cuerpo Diplomático. Con ella ha tenido a sus dos hijos pequeños, Irene y Marc.

Según ha confesado, a Pedro le gustaría que sus hijos “estudiasen una carrera de ciencias o ingeniería. Luego pueden ser astronautas o no. Es lo que a mí me gustaría para todos los niños, porque no todos tienen que dedicarse al deporte o a la farándula. España necesita niños inteligentes”.

En 1995, el astronauta recibió de manos del presidente ruso Boris Yeltsin su primera condecoración internacional, la Orden de laAmistad.

Pero, cada vez más cerca de su sueño infantil, Pedro seguía preparándose para, algún día, viajar al Espacio. En 1996 se volvió a quedar a las puertas de su meta cuando de nuevo fue designado astronauta suplente en la misión Spacelab STS-78 de la nave Columbia.

En aquella época, viajó a Houston (EEUU) para seguir un programa de la NASA. con el fin de participar en misiones a bordo de naves espaciales y, finalmente, en1997, la ESA anunció que Pedro Duque sería su representante en la misión Space Shuttle de la NASA, viajando a bordo del Discovery.

El nombre del astronauta español saltó ipso facto a los medios de comunicación y por ellos se supo, por ejemplo, que Duque es un desencantado de la ufología: “por mucho que leí, nunca vi nada creíble, aunque, haciendo caso a la estadística, hay una probabilidad altísima de que haya gente en otros planetas de otras estrellas”.

En su primera misión, Pedro Duque era el más joven de la expedición y viajaba junto a John Glenn, un veterano astronauta de 77 años. Ambos confesaban que se trataba de un hecho histórico: “Ya nos gustaría llevar al pobre Yuri Gagarin. Eso sí que sería la gran campanada, los dos juntos”.

Después de pasar casi nueve días en el espacio realizando más de 80 experimentos científicos, la tripulación de esta exitosa misión despertó una gran expectación en su visita a España para recibir el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional en 1999. Aquí Duque justificó el esfuerzo económico que supone a nuestro país enviarle al Espacio: “Si los doce o trece millones que España gasta al año en la investigación espacial los empleamos en dar de comer a la gente, podremos darles un bocadillo al año. Pero así incrementamos el saber de la humanidad, mejorando su calidad de vida”.

El Príncipe de Asturias no ha sido el único reconocimiento a la labor científica de Pedro Duque, que fue nombrado Miembro de la Academia Española de Ingeniería y ha recibido la Gran Cruz española del Mérito Aeronáutico.

Pero Pedro Duque tiene sus sueños y esperanzas puestos más arriba. Acaba de volver de su segundo viaje espacial a la Estación Espacial Europea, donde se han realizado experimentos científicos de gran importancia, pero su mente viaja más lejos y no se ruboriza al confesar que le encantaría “ir a Marte”. ¡Quién sabe! Hace poco nadie imaginaba que un español pudiera ser astronauta.



VÍDEOS DE Pedro Duque
A continuación podemos ver un vídeo de Pedro Duque :





Fotos de Pedro Duque:



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