Nicolas
Sarkozy Nagy Bocsa nació el 28 de enero de 1955 en
París (Francia). Su madre, Andrée, era una joven
francesa que se casó con Pal Sarkozy, aristócrata
húngaro que, acabada la II Guerra Mundial y sin un
céntimo, había recalado en París huyendo
del comunismo. Seductor y faldero, Pal abandonó a su
esposa y a sus hijos cuando Nicolas tenía cinco años.
El pequeño Nicolas nunca perdonó a su padre
que les hubiera dejado y la relación entre ellos siempre
ha sido difícil.
Su abuelo materno, Benedict Mallah, judío sefardí
de Salónica (Grecia), se erigió en figura de
referencia y le inculcó su admiración por el
general Charles De Gaulle en una infancia que él recuerda
triste.Aunque de familia burguesa y criado en barrios acomodados,
no estudió en la ENA(Escuela Nacional de la Administración),
vivero de políticos y altos funcionarios galos, sino
en la Universidad París X, donde en 1981 se licenció
en Derecho y se diplomó en Ciencias Políticas.
Ya en esa época, Nicolas se prometió a sí
mismo luchar contra el destino mediocre que su padre le había
vaticinado. “Si estaba en la última fila, soñaba
con estar en la primera; cuando estaba en la primera fila,
con subir al estrado; cuando estaba en el estrado, con hablar
desde la tribuna”. Con estas palabras explicaba este
político conservador su necesidad de continuos desafíos
y nuevas metas para sentirse vivo. “Es hiperactivo,
es ambicioso, es un trabajador inagotable que nunca descansa”,
ha dicho de él Anita Hausser, autora de su biografía.
Según un artículo publicado en “The International
Herald Tribune”,Sarkozy es “un aventurero devorado
por la ambición que se abre camino en la ciudad y que,
gracias a una gran habilidad y una energía inagotable,
llega hasta el objetivo que ha perseguido toda su vida. Podría
ser de derechas o de izquierdas, porque su compromiso es con
el éxito”
Cautivado por la política,empezó a militar
en 1974 en el partido gaullista, el entonces UDR (Unión
de Demócratas por la República ). Las primeras
imágenes públicas de Sarkozy son de junio de
1975 cuando tomó la palabra en un congreso del partido.
Tenía sólo dos minutos pero habló durante
diez con su voz grave y modulada. El discurso de aquel chico
de 19 años, bajo (mide 1,65) y de pelo largo y rizado,
impresionó vivamente a Jacques Chirac, que se convirtió
en mentor de su carrera política. Al poco, le nombraron
delegado de las juventudes del partido en Hautes-de-Seine.
Dos años después, en 1977 , entró como
concejal en el ayuntamiento de Neuilly-sur-Seine, localidad
a las afueras de París. Su consolidación como
líder se inició allí cuando, en una decisión
tan audaz como arriesgada porque iba contra las directrices
de su partido, aprovechó el repentino fallecimiento
del alcalde histórico de Neuilly Achille Peretti, para
presentar su candidatura. Ganó y, en 1983, con 28 años,
fue elegido alcalde. Para conseguir aquel triunfo,Sarkozy
no dudó en traicionar a Charles Pasqua, otro de sus
padrinos políticos.
Un año más tarde, el 10 de agosto de 1984,
vivió un encuentro que marcaría su vida. Aquel
día, en su condición de alcalde, casó
por lo civil a Jacques Martín, conocido presentador
de televisión, con una joven de 27 años llamada
Cecilia, de la que se enamoró a primera vista. Hija
de un peletero ruso y de la nieta del compositor Isaac Albéniz,
Cecilia Ciganer había estudiado piano y derecho y había
trabajado como maniquí. Alta (mide 1,78), morena y
con ojos verdes, era una mujer inteligente, con estilo personal
e ideas propias. Sarkozy y su primera mujer -Marie Dominique
Culioli, con la que tuvo dos hijos, Pierre y Jean- trabaron
amistad con la pareja, pero, a finales de 1988, tras haber
sido madre de dos niñas -Jeanne Marie y Judith-, Cecilia
dejó a su marido. Nicolas se separó también
al año siguiente y se fueron a vivir juntos. Casados
en 1996, en abril de 1997 nació su único hijo
en común: Louis. Discreta, tímida e independiente,
Cecilia siempre ha ejercido una gran influencia sobre su marido.
“Ella es la parte no negociable de mí mismo”,
aseguró una vez Sarkozy de esta mujer que se vanagloria
de no llevar una sola gota de sangre francesa en las venas.
En 1993, el político vivió un episodio de novela
policíaca que le dio gran popularidad. Negoció
a pecho descubierto con un secuestrador armado que se había
encerrado con rehenes en un colegio de Neuilly. Tuvo suerte,
consiguió que el hombre depusiera su actitud, aunque,
según la Policía, hizo todo lo que no hay que
hacer en esos casos.
Ese mismo año, su éxito como político
le catapultó al Gobierno como ministro de Presupuesto
de Édouard Balladur. Dos años después,
Sarkozy traicionó a Chirac, su valedor político,
alineándose en las filas de Balladur en la lucha dentro
del partido por ser candidato a la presidencia.Ganó
Chirac y Sarkozy estuvo un tiempo en segundo plano. En el
2002, sin embargo, fue rescatado para la cartera de Interior,
que ha dirigido (salvo un paréntesis de un año
en Economía) hasta ahora mismo. Como responsable de
Interior se enfrentó, entre octubre y noviembre del
2005, a una oleada de disturbios que nació en los suburbios
de París y se extendió a toda Francia, llegándose
a decretar el toque de queda. Durante la crisis, Sarkozy afirmó
que iba “a limpiar los suburbios franceses de chusma”.
Un claro ejemplo de su escasa sintonía con los problemas
sociales y su obsesión por el orden, el trabajo y los
valores tradicionales. Un año antes, en el 2004, recibió
la Gran Cruz de Carlos III de manos del entonces presidente
del gobierno español, José María Aznar,
del que Sarkozy se ha declarado amigo, admirador y seguidor.
Ese mismo año, Sarkozy había tomado el control
de su partido, la Unión para un Movimiento Popular
(UMP), con el propósito de conseguir su objetivo más
preciado: ser presidente. Pero, al poco, un escándalo
sentimental sacudió su vida. Si hasta entonces, había
vendido en público su felicidad de pareja, esa imagen
idílica se hizo añicos cuando su mujer se fugó,
a principios del 2006, con Richard Attias, su director de
comunicación. La prima de Alberto Ruiz-Gallardón
(el alcalde de Madrid también es bisnieto de Albéniz)
se fue con su hijo a NuevaYork donde vivió seis meses
al lado de su nueva pareja. Paralelamente, Sarkozy mantuvo
un romance con una periodista de “Le Figaro”,
Anne Fulda.
La reconciliación de la pareja se produjo en el verano
de 2006, cuando ya se sabía que Sarkozy sería
candidato a las presidenciales por la UMP. Una estabilidad
sentimental que, sin duda, le ayudó a obtener una clara
victoria sobre su competidora, la socialista Ségoléne
Royal. Líder carismático de la emergente derecha
en Francia, Nicolas Sarkozy será el sexto presidente
de la V República Francesa.
VÍDEOS DE Nicolas Sarkozy
A continuación podemos ver un vídeo de Nicolas Sarkozy :