Manzanita, Cantante y guitarrista flamenco

ManzanitaJosé Manuel Ortega Heredia nació el 7 de febrero de 1956 en Madrid, pero vivió en Málaga hasta los seis años, momento en que su familia volvió a instalarse en la capital española. Fue uno de los hijos del cantaor Rafael Ortega García y la bailaora malagueña Trini Heredia Jiménez. Aunque de niño soñó con ser futbolista o torero, José era miembro de una dinastía gitana cuyo árbol genealógico incluía a artistas flamencos tan importantes como Enrique “El Gordo”, los geniales Pepe Pinto y Tomás y Arturo Pavón. El ambiente familiar pesó y, desde muy pequeño, Manzanita aprendió a tocar la guitarra. Era bueno y con sólo 9 años se subió por primeravez a un escenario para acompañar a su padre. Se estrenó profesionalmente como guitarrista al poco tiempo en Los Canasteros, el mítico tablao de la madrileña calle de Barbieri propiedad de un tío segundo suyo, el famosísimo Manolo Caracol.

Su nombre artístico tuvo origen en una noche flamenca celebrada en ese local. Al parecer, el joven y todavía muy tímido tocaor se escondía detrás de su guitarra cuando salía al escenario del tablao y unas azafatas venezolanas que estaban en la sala comentaron, con mucha guasa, que el chaval estaba más colorado que una manzana. Una de las cantaoras de la sala, Adela “La chaqueta”, que era muy de la broma, propagó la anécdota y a José le quedó el apodo de “Manzanita”, que luego utllizaria en su carrera artística.

Después de actuar en Los Canasteros, trabajó en el Café de Chinitas y en La Zambra, y tenía sólo 11 años cuando se fue de gira por medio mundo como guitarrista de Enrique Morente. Precisamente fue este cantaor quien le descubrió la musicalidad que podían tener los versos de grandes poetas españoles como Federico García Lorca o Gustavo Adolfo Bécquer, a quienes musicó en repetidas ocasiones. Años después, uno de sus mayores éxitos fue su canción “Verde que te quiero verde”, basada en el célebre poema lorquiano. Aunque fue un prolífico compositor, muchos de sus aciertos musicales fueron versiones de otros temas, como fue el caso de “Un ramito de violetas”, de la desaparecida cantante Cecilia.

En 1974, atraído por la popularidad de la rumba urbana, formó grupo con Amador Losada, Miguel Losada y Alfonso “Veneno” Gabarre, a los que había conocido en México cuando estaba de gira con Morente. Su mánager los bautizó con el castizo nombre de Los Chorbos. Admiradores declarados del grupo americano The Temptations, fundieron el sonido funk con sus raíces gitanas y crearon lo que se conoció como sonido Caño Roto, nombre que tomaron del barrio del que eran oriundos. Les dio soporte José Luis de Carlos, de la compañía CBS y responsable del éxito de Las Grecas, que buscaba modernizar las fórmulas flamencas y empujó a Los Chorbos a que grabaran canciones reivindicativas como “Pueblo gitano” y “Seguimos igual”. El grupo no acabó de cuajar, pero el productor tomó buena nota del talento de Manzanita, que no tardó en desgajarse del grupo.

En 1977, se trasladó a Barcelona, donde trabajó en un tablao con Maruja Garrido y aportó su saber a artistas como Duquenque, Gato Pérez y Marina Rossell. En 1978, inició su carrera en solitario con el disco “Poco ruido y mucho duende”, considerado por los entendidos como una obra maestra producida por el contrabajista David Thomas. Entre 1978 y 1981 (año en que se instaló en Málaga), publicó dos elepés más, fundamentales en su discografía: “Espíritu sin nombre” y “Talco y bronce”. Según decía el propio Manzanita, su voz no era privilegiada, pero tenía una gran personalidad. Tanta que, en 1983, el cineasta Fernando Colomo recurrió a sus canciones de ausencia para

musica “La línea del cielo”, película que explicaba las desventuras de un fotógrafo español (Antonio Resines) en Nueva York. La música de Manzanita -en compañía de Ketama, un grupo del que los expertos consideran que Ortega ha sido precursor- también cerró “Flamenco”, la película de Carlos Saura.

En 1984, se atrevió a cantar “La bohéme”, de Charles Aznavour, con el respaldo de la Royal Philharmonic Orchestra. Siguiendo a su antiguo productor, José Luis de Carlos, se pasó al sello RCA,donde lanzó “Echando sentencias” en 1986, con aporte de instrumentos árabes e indios en la línea del flamenco fusión, pero que no tuvo demasiado éxito.

Casado y padre de siete hijos, Manzanita fue un hombre polémico por un machismo a ultranza que no escondía. “Soy machista, no lo puedo evitar. No me gusta la mujer que trabaja. Me gusta la que está en casa y cuida de los hijos. Lo tengo muy claro: el día en que se casen mis hijas serán como su madre. A no ser que desobedezcan”, decía. Además, la sombra de los malos tratos le persiguió siempre. “Hace diez años, si mi mujer me hubiese dicho que había conocido a otro hombre y que se quería divorciar, la habría matado. Ahora, con la edad y la experiencia, lo podría entender. Pero igual me puede dar un ataque y le doy una paliza de muerte”, declaró en una ocasión.

Estas desafortunadas declaraciones y un enojoso asunto judicial (también se le relacionó con asuntos de drogas) afectaron a su popularidad y propiciaron un alejamiento de la primera plana hasta que se retiró definitivamente de la música para vender ropa por mercadillos y predicar como pastor de la Iglesia evangélica. En 1993, dejó testimonio de su fe en el disco “Quédate con Cristo”. Sólo rompía su silencio a petición de sus amigos músicos para intervenir en actos benéficos, como la grabación de un disco junto a Chiquetete, Rocío Jurado y Joaquín Sabina para recaudar fondos para la protección de niños gitanos. A finales de los noventa, la multinacional Warner decidió relanzar a este hombre muy apreciado entre sus compañeros artistas por su buen humor y su toque de genialidad. Así fue como salió al mercado “Por tu ausencia”, un disco con sus grandes éxitos y nuevas versiones.

De la mano de Óscar Gómez se aventuró en 2002 en el repertorio antillano con “Gitano cubano”, donde trabajó con Lucrecia, Lolita, David Montes y Raimundo Amador, uno de sus más rendidos admiradores. Su última entrega fue “La cucharita”, donde interpretaba temas de Bob Marley, Rubén Blades o Roberto Carlos.

Aquejado de sobrepeso -había llegado a pesar más de 120 kilos- y fumador impenitente durante muchos años, un infarto de miocardio fulminante acabó con la vida de Manzanita en la noche del 5 de diciembre de 2004 cuando se encontraba con su familia en su casa de una urbanización de Alhaurín de la Torre (Málaga). Su entierro en esa localidad, dos días después, congregó a familares, admiradores y figuras de la música y del arte flamenco.


VÍDEOS DE Manzanita
A continuación podemos ver un vídeo de Manzanita :





Fotos de Manzanita:



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