Leandro
Alfonso Ruiz Moragas nació en Madrid el 26 de abril
de 1929.Fue el segundo hijo que la reputada actriz Carmen
Ruiz Moragas trajo al mundo de sus amores con Alfonso XIII,
abuelo de don Juan Carlos I. Fruto de esa relación
clandestina, pero conocida por muchos, cuatro años
antes había nacido María Teresa, su hermana.
Los primeros años de la vida de Leandro transcurrieron
felizmente, con su madre, su hermana y sus abuelos maternos,
en la casa de la familia en la madrileña Avenida del
Valle. Su madre recibía allí a las visitas,
con las que charlaba y se interesaba sobre los eventos culturales
de la época. Pero Leandro recuerda una en especial:
un hombre que, vestido con elegantes atuendos, aparecía
por allí con frecuencia. Sus visitas no eran como las
demás, pues su madre siempre lo recibía en solitario.
La pareja pasaba la tarde charlando en un tranquilo rincón
dela casa, desde el que Carmen mandaba llamar a sus hijos
para que saludaran a ese “señor” que siempre
les regalaba deliciosas golosinas. Sus recuerdos de él
son escasos,ya que, en 1931, Alfonso XIII desapareció
de sus vidas debido al exilio. Leandro tenía 2 años.
Carmen Ruiz Moragas y Alfonso XIII se conocieron a principios
de siglo. El Rey acudía a las representaciones que
se estrenaban en la capital, y en este entorno entablaron
relación. De allí surgió un amor que
duró más de una década. Pese aque él
estaba casado con Victoria Eugenia de Battenberg, todo apunta
a que aquel matrimonio no fue feliz, aunque siempre guardaron
las apariencias en público, como correspondía
a su rango.
Alfonso XIII buscaba consuelo en regazos menos reales, y
uno de ellos fue el de Carmen, de la que se enamoró
perdidamente y de la que sólo se separó en dos
ocasiones: la primera, cuando ella aceptó casarse con
el torero mexicano Rodolfo Gaona, y la segunda, cuando huyó
de España.
El matrimonio entre la actriz y el diestro tampoco funcionó,
rompiéndose al poco de haberse celebrado. Entonces,
Carmen y Alfonso XIII reanudaron sus relaciones clandestinas.
Tras ese paréntesis, nacieron María Teresa y
Leandro, que se sumaron a los seis hijos que Victoria Eugenia
había dado al Rey: Alfonso, Jaime, Beatriz (muerta
al poco de nacer), Cristina, Juan y Gonzalo.
Hasta que cumplió los 10 años, Leandro no supo
quién era su progenitor. Fue en la primavera de 1939
cuando supo la verdad cuando menos lo esperaba: “ ¡Leandro,
ven. Ha venido un señor; de parte de tu padre, el rey
Alfonso!” .
Por entonces, su madre ya había fallecido. Un cáncer
se la llevó en junio de 1936, cuando Leandro contaba
seis años. Él y su hermana quedaron a cargo
de su abuelo materno. Continuaron viviendo en la misma casa
hasta que, un mes más tarde, con el estallido de la
Guerra Civil, su situación dio un giro radical. Huyeron
de Madrid, trasladándose a San Sebastián, donde
se alojaron en casa de una tía. Supuestamente, Alfonso
XIII, que estaba en Francia y sabía de la muerte de
su amante, arregló todo para que sus hijos pudieran
salir de España, pero no pudieron traspasar la frontera
Y tuvieron que regresar a San Sebastián. Durante la
guerra, su padre no pudo enviarles dinero, pero se encargó
de asegurarles el sustento en los años que siguieron,
ingresando un millón de pesetas (de entonces) en una
cuenta en Ginebra. De ella vino la renta que los salvó
del hambre de la posguerra.
Tras la muerte de su abuela, los niños regresaron
a Madrid, donde continuaba su abuelo. Pero, dado el peligro
que corrían en aquel barrio, tuvieron que irse a casa
de otros tíos. Una vez allí, y según
explica Leandro en sus memorias (recientemente publicadas
por la Editorial La Esfera de los Libros), Alfonso XIII intervino
para que pudieran alojarse en el hogar de la familia Serrano
Micó, sombrereros de la Casa Real. Pero, al tratarse
de una familia pro monárquica, decidieron irse con
otra familia más modesta. Luego sobrevivieron con la
venta de sus alhajas.
Cuando finalizó la guerra, la familia recibió
la visita de don Rafael Castell, administrador de los bienes
de la Casa de Alba, quien les informó de las gestiones
que Alfonso XIII había hecho para mejorar su situación
económica.
Después de este encuentro, el niño ingresó
en un colegio situado en el Monasterio de El Escorial para
cursar el Bachillerato y los tres primeros años de
Derecho. Y fue allí donde, en 1941, supo de la muerte
de Alfonso XIII. Un sacerdote se lo dijo con estas palabras:
“Leandro, tengo que darte una mala noticia. Se ha muerto
tu padre” . El joven quedó conmocionado.
Posteriormente, y mientras su hermana estaba alojada en el
convento de las Hijas de la Caridad -de donde sólo
salió para casarse-se trasladó a la Facultad
de la calle de San Fernando, de Madrid, para seguir sus estudios.
Allí supo de la muerte de su abuelo. Él y su
hermana se quedaban completamente huérfanos.
Cuando Alfonso cumplió 17 años. empezó
a recibir directamente el dinero que le había sido
asignado. Tras el bachillerato y la carrera de Derecho Leandro,que
siempre había soñado con ser piloto, ingresó
en la Milicia Aérea Universitaria. Allí obtuvo
el título de piloto y comenzó a trabajar en
el campo de aviación de Alcalá de Henares. Por
entonces, ya se había casado, en1952, con Rosario Vidal,
con quien tuvo seis hijos (uno de ellos, una niña,
murió de pequeña por un cáncer), y de
quien se separó nueve años más tarde.
En 1981 se divorciaron.
A lo largo de toda su vida adulta, Leandro intentó
probar suerte con varios negocios: desde un gabinete de detectives
hasta un almacén de hierro, pasando por una empresa
de alquiler de coches sin chófer y por ejercer de relaciones
públicas para una firma de muebles,pero ninguno de
ellos funcionó. Parecía que, en lo privado y
en lo laboral, estaba destinado a no encontrar su puesto en
la vida. .
En 1964, durante la entrega de unos premios, Leandro fue
presentado a la Infanta doña Pilar. Aprovechó
entonces para informarla de quién era él, a
lo que la infanta no hizo mucho caso. Más adelante,
coincidió en otro acto con la infanta Margarita, quien
le aceptó de inmediato, llamándole desde entonces
“tío Leandro”.
En 1965 murió María Teresa. En aquella época
Leandro vivía con Conchita de Mora en Madrid, y con
ella se casó en 1982, en segundas nupcias. Pero mucho
antes, en 1968, Leandro logró conocer a su hermano,
el Conde de Barcelona. Para ello fue a Estoril (Portugal),
donde don Juan vivía en el exilio.
El padre del Rey lo acogió cariñosamente desde
el primer momento, y sus encuentros continuaron hasta la muerte
de éste. Sin embargo, el deseo de Leandro por conseguir
que la Casa Real reconociera oficialmente su procedencia nunca
ha llegado a cumplirse. Eso a pesar de que él lo ha
pedido en repetidas ocasiones, tanto a don Juan como a su
hijo, Juan Carlos I, quien también lo ha tratado siempre
con afectuoso respeto. En opinión de Leandro, su persona
resulta “molesta” para muchos de los allegados
a la Familia Real, y por eso sus peticiones a menudo no han
llegado siquiera a oídos del Rey.
Este hombre no quiere morirse sin que se reconozca su alcurnia.
Por eso ha escrito sus memorias, recogidas bajo el título
“El Bastardo Real”, donde deja testimonio de lo
que ha sido su vida. No pide que se le conceda el derecho
a llevar el apellido de su padre; tan sólo quiere un
tratamiento adecuado y algún título que se corresponda
con la sangre azul que él afirma que corre por sus
venas.
VÍDEOS DE Leandro de Borbón
A continuación podemos ver un vídeo de Leandro de Borbón :