Laurence
Kerr Olivier nació el 22 de mayo de 1907 en Dorking,
al sureste de Inglaterra (Gran Bretaña). Su padre,
el reverendo anglicano Gerrard Kerr Oliver, se trasladó
a Londres en 1910 con su mujer y sus tres hijos para ejercer
en una iglesia del barrio de Pimlico. Su madre, Agnes, a la
queperdió siendo aún niño, le enseñó
a cantar. Larry se inició en el teatro a los 9 años
con el papel de Bruto en la obra “Julio César”,
de William Shakespeare. La actriz Ellen Terry que lo vio actuar,
dijo que aquel niño despierto y encantador había
nacido para seractor. No se equivocó. A los 17 años,
curiosamente con el beneplácito de su padre, se matriculó
en la Central School of Dramatic Art, bajo las enseñanzas
de la famosa Elsie Forgerty. Siendo estudiante, fue contratado
por Sybil Thorndike para un pequeño papel en “Enrique
VIII”, de Shakespeare. Trabajó muchísimo
y duramente hasta obtener su primer papel importante en la
escena londinense, “Vidas privadas”, de Noel Coward,
junto al propio Coward y Gertrud Lawrence. Tras la buena acogida
de la obra, hizo “Macbeth” y, un año más
tarde, “La fierecilla domada”. Su intuición,
unida a un profundo conocimiento de la obra de Shakespeare,
hizo que los dramas del genio de Stratford salieran del corsé
academicista del teatro isabelino. En l929, se dio a conocer
en el Broadway neoyorquino con un amplio repertorio que incluía
actores modernos y, dos años más tarde, hizo
su primera aparición en las pantallas cinematográficas
con “El carnet amarillo”, alternando su trabajo
en el cine con la compañía teatral de sir John
Gielgud. En 1930, se casó con Jill Esmond, una alegre
actriz de la que no estaba enamorado. A pesar de ello, su
matrimonio duró 10 años y con ella tuvo a su
primer hijo: Tarkin.
En 1931, con el comienzo del cine sonoro, el actor británico
marchó a Hollywood, aunque sin demasiado éxito.
Dos años más tarde, regresó a Londres
para formar pareja con la actriz Gloria Swansonen “De
mutuo acuerdo”(1933). Después del rodaje de su
primera película de tema shakesperiano “Como
gustéis”, en 1936, le contrataron para trabajar
en “Fuego sobre Inglaterra” con Vivien Leigh,
una mujer que despertó en él una pasión
arrebatadora. Tras varios años de relación adúltera
(ella también estaba casada), ambos se divorciaron
y contrajeron matrimonio el 21 de agosto de 1940 en Santa
Bárbara (California). Un año antes, en 1939,
Larry habia aceptado el papel de Heathcliff, el héroe
desgarrado de “Cumbres borrascosas”, bajo la dirección
de William Wyler, director que le ayudó a amar un poco
el cine, medio artístico que detestaba. “En el
cine todo depende del director. El actor no cuentar”,
aseguraba. Su siguiente trabajo fue “Rebeca” (1940),
primera película de Alfred Hitchcock en América.
“Lady Hamilton”, dirigida por Alexander Korda,
volvió a reunir a Leigh y Olivier ante las cámaras.
Aquel trabajo de exaltación patriótica les fue
muy bien para recuperarse económicamente del descalabro
que tuvieron con su versión teatral de “Romeo
y Julieta”, producida y protagonizada por ellos. En
1941, dejó el lujo de Hollywood para volver a su país,
en guerra. La razón habia también que buscarla
en que los métodos de rodaje de Hollywood le resultaban
humillantes.
En 1943, año en que le otorgaron la codirección
de la Old Vic, la más famosa compañía
de repertorio de Inglaterra, Olivier aceptó el encargo
del Ministerio de Información británico de protagonizar
y dirigir la versión cinematográfica de “Enrique
V”. Rodada en technicolor y obra patriótica por
excelencia, la película tuvo un éxito arrollador,
demostrando que se podía llevar a Shakespeare al cine.
Su debut como realizador le valió un Oscar en 1946.
Para entonces, era un hombre feliz: estaba enamorado de su
mujer, tenía éxito profesional, vivía
en una preciosa casa de campo y conducía un impresionante
Rolls Royce. Considerado por sus compañeros de profesión
como “el mejor actor del mundo”, Olivier trabajaba
en la versión cinematográfica de “Hamlet”,
película por la que, en 1948, ganaría el León
de Oro de Venecia, un Oscar al Mejor Actor y el título
de Sir, que le concedió Isabel II. En el plano sentimental,
sin embargo, “Hamlet” abrió una nefasta
brecha en su relación conyugal. Vivien, a la que su
marido había contagiado la obsesión por Shakespeare,
esperaba encarnar el personaje de Ofelia. Pero tenía
34 años y el productor le dio el papel a Jean Simmons,
una actriz más joven. Sumida en una profunda depresión,
Leigh empezó a distanciarse de su marido.
Pasaron tres años antes de que Olivier volviera a
hacer cine, tiempo que dedicó a experiencias teatrales.
Cuando Vivien rodaba “Un tranvía llamado deseo”,
Larry aceptó la invitación de William Wyler
para hacer “Carrie” (1951), título de prestigio,
pero que no dio dinero. lgual sucedió con “The
Beggar's Opera” (1953), de Peter Brook. Dos años
después, volvió a Shakespeare con “Ricardo
III”, en un personaje agrio y deforme muy alejado de
los galanes románticos. Fue la propia Marilyn Monroe
quien lo eligió como pareja y director de “El
príncipe y la corista”, una excelente comedia
que no atrapó al publico pese al despliegue publicitario.
En 1960, Olivier llevó al cine “El animador”,
representada antes en teatro con notable éxito, y se
enamoró de su “partenaire”, Joan Plowright,
actriz que se convertiría en su tercera esposa y madre
de Julie-Kate, Richard Kerr y Tamsin Agnes.
Nombrado en 1963 director del Teatro Nacional Inglés,
en 1970, obtuvo el título de lord, distinción
que se concedía por primera vez a un actor. En los
años 60 y 70, Olivier confirmó su versatilidad
artística, prodigándose en películas
tan diferentes como “Los niños del Brasil”,
“Escándalo en las aulas”, “El rapto
de Bunny Lake”, “Las sandalias del pescador”,
“Marathon Man” o “La huella”, entre
otras muchas.
En 1973, tras sufrir una embolia, se retiró de la
escena. Seis años después le dieron un Oscar
por la contribución de toda su cartera al cine. En
1982, publicó “Confesiones de un actor”,
su autobiografía. Aquejado de un proceso canceroso,
se jubiló en 1987. El 11 de julio de 1989 falleció
mientras dormía en su domicilio de Sussex, al sur de
Londres. Con motivo del centenario de su nacimiento, el National
Theatre organiza un espectáculo sobre su vida a través
de fragmentos de las películas y obras en las que trabajó.
VÍDEOS DE Laurence Olivier
A continuación podemos ver un vídeo de Laurence Olivier :