Lauren Bacall

lauren_bacallBetty Joan Perske nació el 16 de septiembre de 1924 en Nueva York. Fue la única hija del matrimonio de inmigrantes judíos de clase media formado por William, vendedor, y Natalie, secretaria. Sus padres se divorciaron cuando Betty tenía 5 años, por lo que la pequeña se fue a vivir con su madre a un modesto apartamento del barrio de Harlem. Después, el contacto con su padre desapareció por completo y madre e hija se mudaron a otro lugar más confortable en Manhattan.

Betty jamás sufrió privaciones económicas, pero tampoco tuvo posibilidad de caprichos. Estudio en el internado para niñas Highland Manor, donde practicó deportes como la natación, el baloncesto o el béisbol. Poco después se matriculó en la escuela de secundaria Julia Richmand High School y los domingos por la mañana acudía a la New York School of the Theatre. El teatro y las estrellas del cine le fascinaban y su admiración por Bette Davis la llevó a matricularse en la American Academy of Dramatic Arts, debutando en Broadway en 1942.

Su primera gran desilusión llegó cuando la American Academy no le concedió una beca para seguir estudiando y Betty tuvo que dejar sus estudios para buscar trabajo. Encontró empleo como acomodadora en un cine al tiempo que entraba en la agencia de modelos de Harry Conmover. Con 174 cm de altura, pelo largo y rubio, facciones angulosas y mirada penetrante, sus rasgos no pasaron desapercibidos. Apareció en la portada de la revista Harper’s Bazaar y captó la atención de la esposa de Howard Hawks, que convenció a su marido para que la contratara como protagonista femenina de su película “Tener o no tener” (1944), en la que diría una de las frases más conocidas de la historia del cine: “Conmigo no tienes que fingir. No tienes que decir nada. Si me necesitas, silba. Sabes silbar ¿no? Sólo tienes que juntar los labios y soplar. Y acudiré a tu llamada”. En el rodaje conoció a Humphrey Bogart. Pese a su fama de hombre duro y juerguista, Betty -a la que habían puesto el nombre artístico de Lauren Bacall- supo llevarle a su terreno. Ambos se enamoraron, pero tuvieron que mantener su relación de forma clandestina, ya que el actor seguía casado con su tercera esposa, Mayo Methot. Finalmente, consiguió el divorcio y, pese a la diferencia de edad -Lauren tenía 21 años y Bogart 44- se casaron en 1945. A partir de entonces, formaron una de las parejas cinematográficas más glamourosas. Juntos protagonizaron otros tres clásicos del cine negro: “El sueño eterno” (1946), “La senda tenebrosa” (1947) y “Cayo Largo” (1948). “Bogie era muy fuerte, amable, sentimental y romántico. Tenía un fuerte carácter un gran sentido del honor y no toleraba las mentiras. Reunía todas las cualidades que le gustaban a mi madre en un hombre. No tuvimos aun matrimonio perfecto, discutíamos, él bebía y cuando me casé yo era una cría, no tenía experiencia con los hombres, pero le amaba”, afirma la actriz siempre que le preguntan por su marido. Con él tuvo dos hijos: Steve, nacido en 1949, y una niña, Leslie, en 1952, que sería el ojito derecho del famoso actor. La familia se mudó a una enorme mansión, donde pudieron ejercer de padres amorosos -apenas acudían a las fiestas de Hollywood- y cuidarse de la marcha de sus carreras.

En 1953, Lauren Bacall aceptó trabajar en su primera comedia, “Como casarse con un millonario”, junto a la, sex symbol del momento, Marilyn Monroe. Pero, cuando estaba en la cúspide de su carrera y se sentía más enamorada que nunca de Bogart, el actor falleció en 1957 a consecuencia de un cáncer de garganta. Tras incinerar sus restos mortales, intento esparcir las cenizas de su esposo en el océano desde su velero, el “Santana”, pero en aquel momento las leyes lo prohibían y fue enterrado en Forest Lawn, el mismo cementerio donde ahora descansa Michael Jackson. Para superar la tristeza se volcó en el trabajo y vivió un romance con Frank Sinatra: “Empecé a sentirme como una adolescente frívola, necesitaba sus llamadas, quería verle, mitigaba mi soledad, pero sabia que era imposible un futuro sólido con él porque era muy mujeriego”. Tras cuatro años de viudez se casó con el también actor Jason Robards, un bebedor empedernido que le trajo un sinfín de problemas, pero al que adoraba cuando estaba sobrio y con quien tuvo a su último hijo, Sam, en 1961.

Hizo realidad su sueño de trabajar con Paul Newman en “Harper, investigador privado” (1966) y con Ingrid Bergman en “Asesinato en el Orient Express” (1974). Por aquel entonces ya se había divorciado de Jason y vivía lujosamente en un gran apartamento en el célebre edificio Dakota, lugar en el que unos años más tarde asesinarían a John Lennon. “Yo estaba en casa y oí un ruido extraño, pensé que un coche había tenido un problema, pero luego me enteré de que le habían disparado. Fue algo terrible y conmovedor”, confesaría la actriz años después a una amiga.

A lo largo de su vida, Lauren Bacall, que tiene fama de tacaña, siempre ha hecho gala de su templanza, de su fuerte personalidad y de mantener una prudencial distancia de sus admiradores. Cansada cada vez más de buscar papeles interesantes para el cine, la actriz selecciona con cuidado sus guiones y, cuando no trabaja, disfruta de la compañía de sus nietos o asiste a fiestas sociales. En 1997 obtuvo su primera candidatura al Oscar por “El amor tiene dos caras”, pero Juliette Binoche le arrebaté la codiciada estatuilla y las cámaras de televisión certificaron la gran decepción de Lauren. A pesar de ello, se sentía reconocida en lo profesional, porque años antes había ganado dos premios Tony -prestigioso galardón teatral- por las obras “Aplauso” (1970) -durante las representaciones se enamoró de Len Cariou—-y “La mujer del año” (1981). Con el paso de los años se ha vuelto mucho más crítica y no soporta el comportamiento de las estrellas actuales: “Están mus preocupadas por la cirugía estética y por el modelito que usarán en la alfombra roja que por trabajar con esfuerzo y demostrar que tienen talento y que valen. Me parece patético”.

Durante el rodaje de “Dogville” (2003) trabajó junto a Nicole Kidman, que se encontraba muy deprimida por su entonces reciente ruptura con Tom Cruise. Lauren la consoló. “Este chico está medio loco. La había dejado por Penélope Cruz o alguna estupidez así y me cuesta entender el comportamiento que tiene en los últimos años. Es inapropiado, vulgar e inaceptable utilizar tu vida privada para vender algo”.

Hace unos meses su nieta le convenció para ir al cine a ver “Crepúsculo”, diciéndole que era la mejor película de vampiros del cine. Al acabar, comento: “Quería pegarle con un zapato en la cabeza, pero no quiero que después escriba un libro sobre mí (sonríe). Acto seguido le regalé el dvd de “Nosferatu” la obra maestra de Murnau y le dije: “Esto si que es un film de vampiros”. Ha plasmado su vida de mito de Hollywood en dos autobiografías, “Por mi misma” (1978) y “Ahora” (1994). A punto de cumplir 85 años, la actriz sigue al pie del cañón y pronto estrenará sus dos últimas películas, “Firedog” y “Carmel”.

VÍDEOS DE Lauren Bacall
A continuación podemos ver un vídeo de Lauren Bacall :





Fotos de Lauren Bacall:



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