José Ortega Cano, un torero hecho a sí mismo

Jose Ortega CanoEl pasado 27 de diciembre de 2003 el matador José Ortega Cano cumplirá 50 años y, por primera vez, lo celebró como “jubilado”, porque el 21 de noviembre se despidió definitivamente de las plazas de toros en una corrida benéfica para recaudar fondos para la Fundación Alzheimer España.

José Ortega nació en Cartagena, Murcia, en 1953. Su padre tenía una pequeña tienda de ultramarinos, pero las cosas no le iban demasiado bien y la familia decidió emigrar a Madrid. Los Ortega se instalaron en la localidad de San Sebastián de los Reyes y, desde bien pequeño, José ayudaba a su padre en el negocio de venta ambulante con el que quería sacar adelante a su familia.

El torero recuerda con cariño aquella época en la que vendía churros en Vallecas o uvas en la Puerta del Sol en Nochevieja, entre otras cosas, pero soñaba con un futuro mejor “En Cuatro Caminos esquina a Bravo Murillo había una zapatería en la que yo vendía frutos secos todas las navidades. Siempre decía que, algún día, compraría esa zapatería,y así fue”.

Y es que José Ortega reconoce que, de joven, era ambicioso y quería triunfar. Su pasión eran los toros, pero sus padres no veían claro que tuviera futuro en esa profesión: “Cuando decía en casa que quería ser torero, mis padres se reían porque yo soy de los que ven un ratón y se sube encima de una silla” .

Haciendo oídos sordos a las bromas de sus padres, a finales de los años sesenta, se fue seis meses a Barcelona para intentar participar en “Esperanza 70”, una oportunidad para novilleros. El intento no le salió bien y Ortega volvió a San Sebastián de los Reyes, donde conoció a “Eduardini”, el creador del famoso espectáculo taurino de los enanos toreros. Así, a comienzos de los años setenta, trabajó como sobresaliente y, luego, como novillero en la parte seria del show cómico encabezado por Blas Romero, “El Platanito”.

En 1974, José Ortega finalizó la temporada en primer lugar del escalafón de novilleros y recibió la alternativa como matador de manos de José María “Manzanares”. Era el inicio de una exitosa carrera taurina que le llevó a cortar orejas en todo el mundo y a ser reconocido con los más prestigiosos premios de la tauromaquia, aunque en varias ocasiones se planteó dejar los ruedos. La primera vez fue en 1984 después de una temporada de resultados poco satisfactorios. La segunda, en 1987, después de la grave cogida que sufrió en Zaragoza, en la que un toro llamado “Arbolario” le asestó una cornada en el abdomen, pero, al finalizar la temporada, quedó en el cuarto puesto del escalafón taurino y sus dudas se disiparon.

Parecía que la suerte no estaba de su lado, ya que, al año siguiente, José Ortega volvió a ser corneado por un toro en Toledo y tuvo una temporada llena de altibajos profesionales.

Quizás por ese motivo, en 1990, renunció a sus sus contratos en América para cumplir la promesa de hacer el camino de Santiago y dar gracias a Dios por su recuperación tras la grave cogida de Zaragoza: “Tenía la mente colapsada. Profesionalmente estaba en un punto muerto, y a eso se le unieron las tragedias familiares de la muerte de un sobrino y una prima en dos accidentes. Yo necesitaba una inyección de fe y, un descanso mental y, al finalizar el Camino, salí fortalecido. De hecho, la temporada siguiente fue una de las mejores de mi vida y, un año después, conocí a Rocío”.

Y es que Ortega Cano, como casi todos los toreros, siempre ha sido muy religioso, aunque pocos lo son tanto como para creer que Dios interviene directamente en sus vidas: “Una vez iba caminando por Yerbabuena y me apareció un toro por detrás. Alguien, que yo creo que era la Providencia, me elevó diez metros y caí en un cercado. Si no hubiera sido por eso, el toro me habría matado”.

Pero José Ortega confiesa que, religiosidad aparte, ha sido un hombre que ha sabido disfrutar del éxito y que se lo ha pasado muy bien: “Yo soy un poco bohemio. Me gusta disfrutar del éxito, pasármelo bien. He sido muy juerguista. Rocío se asombra porque por cada sitio que vamos, ya sea en España o en América, siempre hay, alguien que me dice José, ¿te acuerdas de aquella juerga que nos corrimos hasta las seis de la mañana...?”.

La Rocío de la que habla es, obviamente, la cantante Rocío Jurado, con la que el diestro se casó en 1995.

Anteriormente había mantenido un noviazgo de cinco años con una amiga de su infancia en Cartagena, llamada Mari Carmen Pérez. Ortega rompió la relación a mediados de 1987.

Cinco años después, los rumores apuntaban a que mantenía un romance con Rocío Jurado, desde que se conocieron en la consulta del doctor Claudio Mariscal, donde ella se trataba de un nódulo en la garganta y él se recuperaba de una cornada.

Al confirmarse la noticia. Rocío declaró que se casarían por la Iglesia en cuanto se anulara su matrimonio con el ex boxeador Pedro Carrasco y, en 1994, tras producirse la anulación, la pareja anunció su enlace para finales de ese año. Sin embargo, diversas circunstancias, entre ellas el veto del párroco de la basílica de la Macarena de Sevilla, llevaron a José y Rocío a posponer la fecha de la boda que, al final. se celebró en febrero de 1995 en su finca “Yerbabuena” en Castilblanco de los Arroyos (Sevilla). En aquel momento decía que “el amor a los cuarenta es mucho más relajado, te da paz. El amor sereno es fantástico. A esta edad se valora mucho más. Además, no podría imaginarme mi vida sin Rocío. Ella nació para tener un marido como yo y yo, para tener una mujer como ella”.

La pareja se convirtió en un matrimonio ejemplar y juntos adoptaron a dos niños colombianos. Gloria Camila y José Fernando, a los que José dedica gran parte de su tiempo. También juntos han sobrellevado los rumores de una supuesta hija peruana del torero, que resultó ser un fraude. y los numerosos problemas de la hija de la cantante, Rocío Carrasco, y su ex marido Antonio David Flores, con quien José se enfrentó hace poco en un programa de televisión.

Aunque se retiró de los ruedos en 1998, José Ortega no era capaz de desvincularse completamente de su profesión y volvió a torear dos años más tarde. Ahora asegura que ha llegado el momento de dejarlo, pero eso sí, no tiene intención de cortarse la coleta, porque como él mismo dice “seguiré siendo torero toda la vida”.


VÍDEOS DE Jose Ortega Cano
A continuación podemos ver un vídeo de Jose Ortega Cano :





Fotos de Jose Ortega Cano:



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