Nieto
del alcalde de Premiá de Dalt por La Lliga e hijo de
un empleado de la Banca Marsans y corredor de bolsa cercano
a las ideas de Esquerra Republicana, Jordi Pujol nació
en Barcelona el 9 de junio de 1930.
Entre sus primeros recuerdos está el día de
1939 en que las tropas nacionales entraron triunfantes para
liberar la pequeña localidad de Premiá de Dalt.
El pequeño Jordi, de 8 años, corrió con
los otros niños a ver el impresionante desfile de soldados
y banderas, pero su padre le llamó para obligarle a
entraren casa: Él no tenía nada que celebrar.
Un par de años después, Pujol acompañó
a su tío y a un amigo a una excursión en la
que ascendieron a la cima del Tagamanent, en la zona occidental
del Macizo del Montseny. Juntos observaron desde allí
una ermita destruida y unas masías abandonadas. Uno
de los adultos comentó que harían falta muchos
años para rehacer todo aquello. El comentario impactó
en la joven mente del político que, según cuenta
él mismo, descubrió ese día su objetivo
en la vida: reconstruir Cataluña y borrar los efectos
devastadores de la derrota del 39.
Dicen que, en años posteriores, se empeñó
en aprender a leer y escribir perfectamente en catalán
porque su lengua materna estaba desterrada de las escuelas.
Así que consiguió libros de Ortografía
y Gramática de antes de la guerra y aprendió
a dominarlas de manera autodidacta.
Con una débil vocación, estudió Medicina
en Barcelona. Como para la mayoría de los jóvenes
en esa época, la vida universitaria supuso para Pujol
el acercamiento a la política, a los ideales de libertad
y, en su caso, a compartir sentimiento nacional que buscaba
una vía política lejana a los radicalismos de
izquierda representados por el PSUC.
Junto a otros jóvenes de ideología similar
a la suya, crearon el partido con unas enigmáticas
siglas: “CC”, que para unos significa “Crist
i Catalunya” (“Cristo y Cataluña”)
y para otros, “Catolics Catalans” (“Católicos
Catalanes”). El sentido es el mismo. Se trataba de un
grupo de jóvenes con fuertes creencias cristianas e
hijos de familias de lo que se llamó “la mesocracia
catalana”, es decir, que ni formaban parte de la burguesía,
ni de las clases trabajadoras.
En aquella época de incipiente vida política,
Pujol comenzaba también una nueva vida familiar, casándose,
en 1956, con Marta Ferrusola, con la que ha tenido siete hijos.
Según los historiadores y expertos, un hecho muy
concreto convirtió a Pujol en un mito. Cuando, en 1960,
el director del diario La Vanguardia Española, Luis
Martínez de Galinsoga dijo en un acto que “todos
los catalanes son una mierda”, un grupo de jóvenes
decidió interrumpir en el Palau de la Música
de Barcelona cantando “El cant de la senyera”,
entonces prohibido por el régimen de Franco. La mayoría
fueron detenidos, entre ellos Pujol, que sufrió graves
torturas y acabó siendo recluido.
Durante el juicio de “Els fets del Palau de la Música”
(“Los hechos del Palacio de la Música”)
gran parte de la sociedad catalana más conservadora,
pero antifranquista y nacionalista, que no congregaba con
el radicalismo de izquierdas, fijó su atención
en aquel joven de buena familia, con mujer e hijos, que supo
convertir el proceso en un juicio político declarando:
“No somos separatistas, pero eso no significa que podamos
aceptar el trato injusto que recibe Cataluña en sus
caracteres fundamentales, especialmente, en su lengua y su
cultura”.
Aunque fue condenado a 7 años de cárcel. tan
sólo pasó allí dos y medio, pero dedicó
ese tiempo a leer todo lo referente a historia y política
que caía en sus manos, completando así su formación,
la idea de la que partir para llevar a cabo aquella promesa
infantil de reconstruir Cataluña. A partir de ahora,
sabía que la estrategia para conseguirlo era “fer
país” (“hacer país”), es decir,
fortalecer el sentimiento nacionalista en la población
a base de potenciarla lengua y la cultura.
Al salir de la cárcel en 1962, Jordi Pujol empezó
a poner en práctica el plan ideado en la cárcel
y, durante muchos fines de semana, recorrió todos los
rincones de Cataluña para conocerla de punta a punta.
Cuando no viajaba, Pujol se dedicaba a indagaren los diferentes
sectores de la sociedad catalana, manteniendo reuniones con
médicos, periodistas. abogados, economistas, etc. en
su despacho de Banca Catalana (fundada a principios de los
70 a partir de la Banca Dorca, propiedad de su familia desde
1959).
Se dice que Pujol buscaba, en esas entrevistas, contactar
con profesionales de ideas afines a las suyas con los que
formar un partido .
En 1974, decidió que había llegado el momento
y fundó, junto a Miquel Roca i Junyent, “Convergéncia
Democrática de Catalunya” (CDC), un partido que
se definía cómo nacionalista; ni de derechas,
ni de izquierdas, sino representante de todo un pueblo.
En el nuevo contexto democrático que vivía
España en la segunda mitad de los 70, CDC obtuvo unos
resultados bastante discretos en las elecciones generales,
pero las autonómicas de 1980 resultaron ser “las
suyas”.
Cuentan sus familiares y amigos que todos estaban convencidos
de la derrota menos él, que se mostraba tranquilo y
confiado. Las urnas le dieron la razón,y le han seguido
apoyando durante 23 años seguidos. Unos 23 años
en los que el “president” ha visto cómo
su promesa infantil se cumplía. Él ha reconstruido
Cataluña porque, los que le conocen bien saben que
tiende a ocuparse de todo personalmente, porque no se fía
de nadie más que de sí mismo.
Pujol también se ha visto envuelto en temas de corrupción
como el “caso Banca Catalana” por un presunto
delito de apropiación indebida y falsificación
de documentos, del que fue hallado inocente, y los casos “de
la Rosa” y “Cullell” que provocaron la dimisión
del “conseller” Antoni Subirá.
Después de dos décadas de “tira y afloja”
con el gobierno central y una parálisis en el lado
derecho de la cara, Pujol ha decidido pasar a un segundo plano
político y dejar la parte más estresante a los
más jóvenes. El 10 de septiembre de 2003, convocó
las elecciones autonómicas y en su discurso institucional
con motivo de la “Diada”, se despidió como
“president” de la Generalitat instando a sus seguidores
a luchar por el “refuerzo de la conciencia nacional”,
es decir, a seguir con su idea juvenil de “hacer país”.
VÍDEOS DE Jordi Pujol
A continuación podemos ver un vídeo de Jordi Pujol :