John le Carré

john_le_carreDavid John Moore Cornwell nació el 19 de octubre de 1931 en Poole, Dorset (Gran Bretaña). Fue hijo de Ronald Thomas Archibald Cornwell, un cínico y autoritario estafador, y de Olive Gassy, que abandonó a su familia cuando David tenía sólo cinco años. No volvió a verla hasta cumplidos los 21 años. Según el escritor, tras el abandono de su madre, su familia fue “la comunidad de delincuentes que rodeaba a mi padre”. El carácter falsario des u progenitor le inspiraría, años más tarde, para crear el personaje de Harry Pendel, el protagonista de “El sastre de Panamá”, una de sus últimas novelas.

Tras pasar por algunos de los mejores colegios anglicanos, David acabó sus estudios de bachillerato en la Sherbone School de Dorset. El futuro John Le Carré fue un niño solitario, que sentía un gran amor por los animales. Precisamente el primer cuento que escribió fue la historia de un viejo caballo de carreras. Como la educación que recibía en las escuelas era tan rígida e hipócrita como la moral que se respiraba en su casa, a los17 años decidió irse a estudiar literatura francesa y alemana a la Universidad de Berna, en Suiza. Algunos años después, en 1950, tuvo que incorporarse a filas para cumplir el servicio militar y lo enviaron al Servicio de Inteligencia de la sede vienesa del ejército británico, justo en el momento en que la guerra fría había dividido Europa en dos grandes bloques enfrentados. Fue su primer contacto con el mundo de los espías. Finalmente, su educación universitaria se completó en el Lincoln College de Oxford (Inglaterra),donde se graduó con unas excelentes calificaciones.

En 1954, dos años antes de acabar sus estudios, contrajo matrimonio con Alison Ann Sharp, con la que tuvo tres hijos varones: Simon, Stephen y Timothy. Nada más conseguir su graduación, obtuvo una plaza de profesor en Eton, uno de los más selectos colegios de Inglaterra. Con aquel puesto parecía haber arrancado una brillante carrera académica, pero en 1958 todo se fue al traste: Le Carré no pudo soportar la mentalidad mezquina e hipócrita de las clases privilegiadas de su país y decidió dejar de dar clases. Intentó ganarse la vida como pintor y dibujante, pero no tuvo éxito con los pinceles y durante un tiempo su vida laboral fue bastante caótica. Tan mal estaba su situación que, en 1960, decidió presentarse a una convocatoria de plazas para entrar en el Foreign Office. Contaba con muchos puntos a su favor -hablaba perfectamente francés y alemán, poseía una amplia cultura y un carácter tranquilo, un físico agradable y un aire elegante- y ganó una de las plazas. Así fue como se convirtió en espía. Un día, mientras iba en tren a su nuevo trabajo, se le ocurrió un personaje: un espía que era el reverso del popular James Bond. Mientras que 007 era un hombre de exquisito refinamiento, irresistible atractivo para las mujeres y experto conductor de deportivos, George Smiley era un hombre gris, solitario, miope, grueso y sin encanto, al que su mujer engañaba. El agente inventado por John Le Carré -adoptó este nombre que vio en un escaparate de una tienda de Londres como seudónimo- estaba en parte inspirado en Lord Clanmorris, escritor y espía al que había conocido en el MI5.Así nació, en 1961, su primera novela de espías, “Llamada para el muerto”, que se publicó en Gran Bretaña y EEUU y que, seis años después, Sydney Lumet llevó al cine.

En su trabajo en el Foreing Office, Le Carré se movió en la confusa zona entre el espionaje y la diplomacia. De 1960 a 1963 fue segundo secretario de la embajada británica en Bonn, ciudad alemana donde escribió “Un asesinato de calidad” (1962), una novela de detectives, y “El espía que surgió del frío” (1963),la obra que le consagró definitivamente como best-seller. Graham Greene, padre literario de Le Carré, definió la novela como “la mejor historia de espías que he leído en mi vida”.En los diez siguientes años el libro se tradujo a prácticamente todas las lenguas del mundo y se vendieron más de 20 millones de ejemplares. En 1965, fue llevada al cine con Richard Burton en el papel de Alec Leamas, el protagonista. En 1963 John Le Carré fue enviado a Hamburgo como cónsul, pero las ganancias de “El espía que surgió del frío” eran ya tan increíbles, que el escritor se dio el lujo de dejar su trabajo para dedicarse, a tiempo completo, a la literatura y vivir en las islas griegas. Su producción literaria –16 libros en total- deja a las claras que Le Carré no ha sido nunca un escritor perezoso ni desprovisto de ideas. En 1965 publicó “El espejo de los espías”, que también tenía como trama las intrigas del servicio de inteligencia, y tres años más tarde salía a la venta “Una pequeña ciudad en Alemania”. En 1971, año de su divorcio, escribió “El amante ingenuo y sentimental”, una alegoría sobre el amor que tuvo escasa aceptación entre su público. Pero no estuvo soltero por mucho tiempo. Al año siguiente se casó con Valerie Jane Eustace, secretaria de su editorial y tuvo a su cuarto y último hijo: Nicholas.

En 1974, Le Carré recuperó a Smiley para “El topo”, una exitosa novela inspirada en el caso real del doble agente británico Kim Philby y que, según los críticos literarios, es superior a “El espía que surgió del frío”. Le Carré tenía muchos puntos en común con Philby, el hombre que durante treinta años pasó información de los servicios secretos británicos a la Unión Soviética. Ambos se habían educado en las mejores universidades inglesas, poseían don de lenguas, un padre tiránico y un trabajo en el Foreing Office. Según explicó el autor, Philby y él habían tenido caminos paralelos pero, llegados a una determinada encrucijada de la vida en la que se debe elegir “entre mantenerte firme en aquello que crees o tomar el camino secreto y vengarte de la sociedad, Philby tomó el segundo camino y yo el otro”. “El topo” se completó -en lo que se configuró como trilogía de Smiley -con la publicación de “El honorable colegial” (1977) y “La gente de Smiley” (1979). En1987, cuando estuvo en Lenningrado preparando “La casa Rusia”, Philby intentó entrevistarse con él, pero Le Carré se negó con la siguiente nota: “Mañana voy a cenar con el embajador inglés y no pienso ser un día el invitado del representante de la Reina y, al otro día, de su traidor”. En 1983, se introdujo en la causa de la liberación palestina con “La chica del tambor”, que sería llevada al cine. También se hizo guión cinematográfico de “La casa Rusia”.

Finalizada la guerra fría, Le Carré dio un giro a su carrera, que para muchos había llegado a su punto final, con “El Sastre de Panamá” (1996), un sutil ejercicio de la forma en que un pequeño estado intenta zafarse de las presiones de las grandes potencias. Tras publicar en el 2000 “El jardinero constante”, Le Carré sigue dedicado a la escritura en sus casas de Hampstead (Londres) y de Treffigian, en Cornualles. Las dos viviendas cuentan con numerosas habitaciones para que Le Carré pueda acoger a sus cuatro hijos, sus diez nietos y sus numerosos amigos. A sus 71 años, es el auténtico retrato del gentleman británico: alto, elegante, impecable y flemático. Lleva una vida sosegada y tranquila, al margen del ruido y el ajetreo de las ciudades y de los avances tecnológicos. Escribe sus libros a mano o, como mucho, se los dicta a su esposa, que hace de secretaria, y dedica su tiempo a llevar una vida tranquila que nada tiene que ver con sus complejas y apasionantes tramas novelísticas.

VÍDEOS DE John le Carré
A continuación podemos ver un vídeo de John le Carré :





Fotos de John le Carré:



john_le_carre john_le_carre john_le_carre john_le_carre john_le_carre john_le_carre john_le_carre john_le_carre

 

 
 
2011 - sarpanet.info