Jesse
Woodson James nació el 5 de septiembre de 1847 en una
granja de lo que hoy es Kearney, en Missouri. El mito habla
de un chico pobre que se vio abocado a caer en la delincuencia,
pero no fue así. Su familia tenía un buen nivel
social y era muy culta. Su padre, Robert, era granjero y pastor
de la iglesia baptista, aunque al poco de nacer James se contagió
de la “fiebre del oro”, y partió hacia
California, donde murió de pulmonía sin encontrar
una pepita. James y sus hermanos, Frank y Susan, quedaron
al cuidado de su madre, Zerelda.
Al poco tiempo, en 1855, Zerelda se casó con un médico,
el doctor Reuben Samuel, propietario de grandes extensiones
de tierras, adyacentes a las de su granja. Toda la familia
se dedicó a cuidar una de las mejores plantaciones
de tabaco del Estado y llegaron a tener hasta siete esclavos.
Jesse se llevaba fenomenal con el nuevo esposo de su madre.
Lo consideraba el padre que nunca había tenido. Iban
a pescary a cazar juntos y tenían largas conversaciones.
Missouri era un estado esclavista y, cuando los americanos
se enzarzaron en su Guerra Civil, en 1861, Zerelda y su marido
no dudaron en dar soporte al Ejército Confederado,
partidario de mantener la esclavitud. En 1864, Jesse, con
sólo 17 años, y su hermano Frank se unieron
a la guerrilla sudista liderada por William Quantrill, quien
formó su propio destacamento que, además de
atacar a las fuerzas de la Unión, robaba diligencias
y cometía todo tipo de tropelías hasta que lo
declararon fuera de la ley. En 1865, cuando acabó la
Guerra Civil, Jesse intentó rendirse a las fuerzas
unionistas, pero le dispararon. Herido, fue atendido en casa
de su tío, bajo los cuidados de su prima, Zerelda Mimms,
una chica de 19 años de la que se quedó prendado.
Ella también se enamoró de su aventurero primo.
Al año siguiente, Jesse y su hermano volvieron a su
rol de forajidos formando la “James Band” junto
a otros seis miembros de la cuadrilla de Quantrill. El 13
de febrero de 1866 atracaron su primer banco, en la ciudad
de Liberty. Era la primera vez que una banda armada robaba
un banco tras la Guerra Civil y sería el inicio de
una cadena de audaces fechorías que les llevaría
a asaltar una infinidad de bancos, siete trenes e innumerables
diligencias en los estados de Virginia, Alabama, Arkansas,
Iowa, Kansas y Minnesota. Al menos quince asesinatos se le
atribuyeron directamente a Jesse James.
La leyenda de que robaba a los ricos para dárselo
a los pobres nació de que él mismo justificaba
sus robos, en cartas que enviaba a los periódicos,
como una revancha de los Confederados “y para devolver
a mi gente lo que se llevaron los del norte”. La realidad
es que Jesse James robaba a los ricos porque eran los que
tenían el dinero y los únicos pobres que se
beneficiaban eran los bandoleros
Las gentes del sur lo consideraban un héroe de la
causa y hacían guardia ante la casa de Zerelda Mimms
cuando Jesse iba a ver a su enamorada. En 1874, se tomó
un descanso de sus actividades delictivas y contrajo matrimonio
con su prima en Kansas City. La prueba de su relativa impunidad,
pese a la persecución de la famosa agencia de detectives
Pinkerton, fue que la pareja viajó de luna de miel
al Golfo de México. El matrimonio se instaló
en una pequeña cabaña en las afueras de Kearney,
bajo los nombres de Mary y Thomas Howard, y se dedicaron a
ser granjeros unos meses. Allí nacería su primogénito,
Jesse Edward, en agosto de 1875, que, con los años,
sería abogado. Cuando en 1879 nació su segunda
hija Susan, hacía tiempo que Jesse había vuelto
a las andadas.
El 7 de septiembre de 1876 fue clave en su vida. La banda
robaba el First Nacional Bank de Northfield (Minnesota) y
Jesse mató al cajero. Pero los ciudadanos del lugar
respondieron a tiros, matando a tres de sus miembros mientras
el resto resultaron heridos y capturados.
Los hermanos James lograron huir y, con su banda desmantelada,
permanecieron una temporada escondidos. Jesse se trasladó
con su familiaa Nashville, en Tennessee, donde nadie les conocía,
bajo la falsa apariencia del granjeroThomas Howard. Los hermanos
James notardaron en formar una nueva banda. Entre los nuevos
se encontraban los hermanos Charlie y Robert Ford, los luego
famosos “cobardes” de la película de Brad
Pitt. En 1979, reemprendieron sus fechorías hasta que,
en 1881, asesinaron al conductor del tren que estaban asaltando.
El gobernador de Missouri decidió que ya no podía
más y emitió un bando -los famosos “Se
busca”-, en el que ofrecía 10.000 dólares
por la captura de Jesse James “vivo o muerto”.
Era la mayor recompensa ofrecida hasta la época. Jesse
volvió a intentar pasar desapercibido alquilando una
casa en Saint Joseph, cerca de donde había nacido,
una pequeña población que era el último
puesto de abastecimiento antes de adentrarse en el “Salvaje
Oeste”. Allí se llevó a la familia y a
los hermanos Ford.
Pero Robert Ford no era de fiar. Se puso en contacto con
el Gobernador, ofreciéndole sus servicios a cambio
de la sustanciosa recompensa. Él mismo describió
con todo lujo de detalles los acontecimientos de aquel 3 de
abril de 1882 en una carta dirigida al Gobernador: “Era
por la mañana, primero fuimos a comprar los periódicos,
como de costumbre. Volvimos a la casa hacia las ocho y nos
sentamos en la sala”. Los dos hombres comentaron las
noticias “hasta que la señora James nos dijo
que el desayuno estaba preparado”. Según Robert,
Jesse podría haberle matado en cualquie rmomento si
hubiera tenido sospechas de la traición, como había
hecho anteriormente con algún otro miembro de la banda.
Pero Robert confiaba en que “no me iba a matar allí,
en presenciade su mujer y sus hijos”.
Extrañamente, según confesó Robert, Jesse
se quitó su cinturón con los cuatro revólveres
que siempre llevaba encima y lo tiró en la cama. “Era
la primera vez en mi vida que lo veía sin su cinturón,
supongo que lo hizo para hacerme ver que él no sospechaba
nada”. Para Jesse no era el momento ni el lugar para
ajustar cuentas, pero Robert no tenía tantos escrúpulos:
“Me enseñó un cuadro en la pared. Está
sucio, me dijo, y empezó a quitarle el polvo. Lo tenía
allí, de espaldas y desarmado. Era la oportunidad.
O lo haces ahora o él te matará esta noche”.
Desenfundó su revolver y le apuntó a la cabeza;
“Escuchó el clic al amartillar el arma, pero
en cuanto empezó a girarse apreté el gatillo.
La bala le entró por detrás de la oreja y cayó
como un tronco, muerto”. Jesse James tenía 34
años. Condenado a morir en la horca, el Gobernador
indultó a Robert y le pagó la recompensa que
acabó con el bandido más famoso del Oeste.
VÍDEOS DE Jesse James
A continuación podemos ver un vídeo de Jesse James :