Sarah
Jane Mayfield -verdadero nombre de Jane Wyman- nació
el 4 de enero de 1914 en la pequeña población
de Saint Joseph (Missouri, EEUU), aunque otras fuentes indican
que el nacimiento de la actriz tuvo lugar tres años
después de esa fecha. Creció al cuidado de un
matrimonio llamado Fulks, vecinos de su madre, Gladys, una
maestra divorciada. Tras cursar los estudios primarios y trabajar
en un salón de belleza, siguió clases de canto
y declamación y, en1932, se trasladó a Hollywood
para probar suerte como actriz. Su primera aparición
en la gran pantalla fue aquel mismo año en “The
king of Burlesque”, donde tuvo un pequeño papel.
Cuatro años después, logró entrar con
un sueldo de 60 dólares semanales en la plantilla de
la Warner Brothers, donde le asignaron papeles de “rubia
tonta” que la diminuta actriz (medía apenas 1,59
cm.) interpretó con el nombre artístico de Jane
Wyman, después de haber probado suerte haciéndose
llamar Sarah Fulks y Jane Durrell. En los estudios de la Warner,
Jane coincidió con un actor de segunda fila, Ronald
Reagan, con el que se casó el 25 de enero de 1940,
dos años después de haberse divorciado de su
primer marido, Myron Futterman, un hombre de negocios con
el que se había casado en 1937, y con el que rompió
porque insistía en que renunciara a ser actriz.
Futterman no había sido su primera relación.
En 1933, Jane se había unido sentimentalmente a un
hombre llamado Ernest Wyman, aunque parece ser que no llegaron
a casarse. Tras su boda con Reagan, Wyman tuvo una hija, Maureen,
a la que siguió otra, Christine, nacida prematuramente
y que murió al día siguiente del alumbramiento.
Al poco tiempo, el matrimonio adoptó un niño,
Michael.
Mientras Ronald Reagan servía en el Ejército,
Jane empezó a obtener los papeles que, finalmente,
la llevarían al estrellato. Primero, fue “Días
sin huella”, una excelente película sobre el
alcoholismo dirigida por el gran Billy Wilder. Después
rodó “El despertar”, emotiva película
en la que su compañero de reparto era Gregory Peck
y que le supuso la primera de las cuatro nominaciones al Oscar
que tuvo durante su carrera. Ganó la preciada estatuilla
en 1949 por su interpretación de una sordomuda violada
en “Belinda”. Al recoger el premio,Wyman dejó
caer esta frase: “Lo acepto muy agradecida por haber
mantenido la boca cerrada. Creo que haré lo mismo ahora”.
Ese mismo año formalizó su divorcio de Reagan.
Para explicar la separación,Wyman esgrimió
diferencias políticas entre el matrimonio. Aunque ambos
pertenecían al Partido Republicano, se dice que a Jane
no le gustó nada que Reagan, que era presidente del
Sindicato de Actores durante la caza de brujas del senador
McCarthy, no hiciera nada por defender a sus compañeros
actores acusados de comunistas. Parece ser que también
pesaron los celos que el futuro presidente sentía,
en lo profesional, de su mujer, mucho mejor actriz de lo que
él sería nunca como actor. En cualquier caso,
Wyman siempre mantuvo una total discreción sobre el
padre de sus hijos, negándose a hablar de él
en público. Se levantaba de las entrevistas si se pronunciaba
el nombre de Reagan, asegurando que consideraba “de
muy mal gusto” hablar de ex mujeres y ex maridos. Enemiga
de los escándalos, la actriz sólo habló
del que fuera presidente de los EEUU tras la muerte de Reagan,
en2004.
Dijo entonces que América perdía a “un
gran político y un gran caballero”. Él
sólo le había dedicado cuatro líneas
en su autobiografía a esta mujer orgullosa, distante
y cerebral que, en los años 50, se hizo católica.
Su devoción religiosa no Ie impidió casarse
y divorciarse dos veces (entre 1952 y 1965) con Frederick
Karger.
Pese a la cursilería que destilaban sus facciones,
Jane Wyman era una buena actriz que trabajó con algunos
de los mejores directores de Hollywood: Michael Curtiz la
puso al frente del reparto de “Noche y día”
y Alfred Hitchcock la eligió para “Pánico
en la escena”. Se puso a las órdenes de Frank
Capra en “Aquí viene el novio” y Douglas
Sirk la tuvo como protagonista en “Sólo el cielo
lo sabe” y en “Obsesión”, donde trabajó
con Rock Hudson, al que confesaba haber “amado platónicamente.
Era bello como un dios. Nunca sospeché que fuese homosexual,
pero aún sabiéndolo, no me hubiera importado
vivir con un hombre como él”. En toda su carrera,
Wyman intervino en 86 películas.
En los años 60, con dos estrellas en el Bulevar de
la Fama, abandonó el cine para dedicarse a la televisión,
medio en el que triunfó con “The Jane Wyman Show”.
En 1982, la productora Lorimar le ofreció protagonizar
“Falcon Crest”. Tardó en decidirse porque,
según confesó, “la historia me pareció
grotesca”,pero acabó firmando el contrato y convirtiéndose
en Angela Channing, la matriarca vinatera capaz de las mayores
maldades sin que se le moviera un pelo de su lacado flequillo.
Pese a las fuertes tensiones que se generaron en el rodaje
entre los actores por el altivo carácter de Wyman,
la serie fue un éxito total en Estados Unidos y, por
extensión, en toda Europa.
Aquel trabajo la convirtió en la actriz mejor pagada
de la televisión norteamericana y también en
la más déspota: fue la causante del “despido”
de sus compañeros más famosos en la serie: Gina
Lollobrígida, Kim Novak y César Romero. Después
de ocho años de éxito, Wyman anunció
su retirada de “Falcon Crest” por motivos de salud,
refiriéndose a la diabetes y la artritis que sufría.
Los últimos años de su vida los pasó
retirada en su Rancho Mirage (California) y ,después
de 1997, en su mansión de Palm Springs. Dedicada a
las obras de caridad, apareció en público en
2001, con motivo del funeral de su hija Maureen, muerta de
cáncer.La veterana actriz, que vivió otro de
sus peores momentos cuando su hijo Michael publicó
un libro acusándola de haber sido una mala madre que
prácticamente lo había abandonado, falleció
en su casa el 10 de septiembre de 2007.
VÍDEOS DE Jane Wyman
A continuación podemos ver un vídeo de Jane Wyman :