Jane Birkin nació el 14 de diciembre de 1946 en Londres. Fue la segunda hija de David Birkin, aristócrata inglés, espía durante la II Guerra Mundial y comandante de la armada inglesa, y de Judy Gamble, actriz teatral conocida artisticamente Judy Campbell. Una tía abuela suya, Freda Dudley Ward, fue amante de Eduardo VIII cuando era príncipe de Gales. La pequeña Jane fue educada en un ambiente refinado y lleno de buenos modales y creció en compañia de sus dos hermanos Andrew, el mayor, y Linda, nacida después de ella.
La autoridad paterna chocaba en muchas ocasiones con el caracter bohemio de su madre, de la que heredó su vena artística. Estudió en los colegios más exclusivos del país, pero siendo adolescente se convirtió en modelo hasta que tuvo la oportunidad de ser actriz: un papel en el musical “Passion Flower Hotel” en un pequeño teatro de Londres. Al poco, Richard Lester le ofreció aparecer en “The Knack” (1965), Película en la que su nombre fue eliminado del reparto. Lejos de rendirse, siguió esforzandose para labrarse un futuro. Ese mismo año, se casó con el compositor John Barry, famoso por las bandas sonoras de “James Bond”, quien fue un gran apoyo en la incipiente carrera de la futura actriz y cantante. Finalmente, la suerte llamó a su puerta cuando Michelangelo Antonioni le propuso intervenir en “Blow” (1967), papel que le dio popularidad, ya que el filme obtuvo la Palma de Oro en el Festival de Cannes. Ese triunfo se completó el 8 de abril de 1967 con el nacimiento de su primera hija, Kate, si bien la relación entre el matrimonio hacia tiempo que no iba bien y meses después decidieron separarse.
A lo largo de los 60, Jane se convirtió en un icono erótico y, sobre todo, en un referente para la moda gracias a su peculiar estilo: melena larga y lisa, con flequillo recto, ojos grandes y penetrantes y minifaldas de vértigo. Incluso la importante marca Hermès ideó para ella el bolso exclusivo que acabaría asociandose a su nombre. El año 1968 sería crucial en su vida, ya que dejo su Inglaterra natal para probar suerte en Francia, país que la convertiría en una de las diosas más seductoras y provocativas de la época.
Pese a no hablar ni palabra de francés, se las ingenió para superar con una nota más que aceptable el “casting” para protagonizar “Slogan”, en cuyo rodaje conocería al actor, cantautor y “Playboy” Serge Gainsbourg. La química entre ellos fue instantánea. Juntos protagonizaron los escandalos más sonados de la época. Perseguidos constantemente por los “paparazzi”, formaron uno de los dúos más legendarios de la historia musical francesa. Pocos meses antes, Serge escribió “Je t’aime, moi non plus”, una de las canciones más eróticas, prohibida en España, Italia y Suecia, que se convirtió en la pieza favorita de muchas parejas y que, previamente, había cantado con Brigitte Bardot, una de sus amantes. Tras la ruptura, la actriz francesa le había pedido que no sacara el disco. Serge no editó la cancion con ella, pero sí con Jane en el elepé “Jane Birkin/ Serge Gainsbourg”, que se convirtió en uno de los mayores éxitos de sus respectivas carreras.
Como la relación entre Jane y Serge iba viento en popa, decidieron vivir juntos y, unidos o por separado, continuaron con sus trayectorias profesionales. En 1969, la actriz intervino en el clasico “La piscina”, junto a Alain Delon y Romy Schneider, y, posteriormente en “Sex Power” o “Alba pagana”. En 1971, Jane decidió trasladarse a Inglaterra y el 21 de julio dio a luz en Londres a su segunda hija, Charlotte, que actualmente es una reconocida actriz. Tras el alumbramiento, la feliz mamá se tomó un año sabático, se rumoreó que se había casado con Serge, y volvió al trabajo con la publicación de su primer disco en solitario, “Di Doo Dah”, escrito integramente por Serge y, pocos meses después, protagonizaría “Si don Juan fuese mujer” (1973) junto a Bardot. El morbo estaba servido: la amante y la mujer oficial juntas en una película, pero no habia dónde rascar, a pesar del escandaloso comportamiento del conocido cantante, que, en la mayoría de las ocasiones, iba de fiesta en fiesta borracho y un tanto desorientado.
En 1976, protagonizaron juntos por primera vez una película con el mismo título de la canción, “Je t’aime, moi t non plus”, que originó nuevamente grandes titulares en la prensa. Las salidas nocturnas del matrimonio seguían siendo una fuente inagotable de noticias para los reporteros, hasta que un buen día Jane dijo “basta”. Cansada de ver a su hombre en el camino de la autodestrucción a causa de la bebida y del tabaco, abandonó el hogar conyugal, y, tras unos meses en un lujoso hotel, se compró su propia casa. En 1980, después de 12 años de relación, Serge y Jane volaron cada uno por su lado, tuvieron la custodia compartida de su hija y continuaron siendo amigos hasta la muerte del artista, en 1991.
Obviamente, no le resultó nada fácil a la actriz y cantante dar este gran paso, pero necesitaba paz interior y centrarse en una carrera que se iba dispersando poco a poco. El dolor que sintió tras la separación pronto encontró consuelo en brazos del director francés Jacques Doillon, que le dio la oportunidad de ejercer de heroína trágica en papeles cada vez más protagónicos en varias de sus películas, como “La fille prodigue”, “La pirate” o “Comédie!”. La estabilidad laboral se aliaría con la sentimental, ya que en septiembre de 1982 nacería la tercera hija de la actriz, Lou. En 1985, decidió tomarse más en serio su trabajo como actriz y potenció el teatro, acaparando grandes éxitos de crítica y taquilla, pero lo que sin duda le dejó un buen sabor de boca fue que en ese mismo año su hija Charlotte le dijera que quería seguir sus mismos pasos. Jane le dio sabios consejos, y entre madre e hija siempre ha habido una química muy especial. A la vista está, porque Charlotte es uno de los grandes valores en alza del panorama artístico francés.
Durante los años 90, Jane realizó conciertos en Estados Unidos, Japón o Inglaterra; duetos con artistas tan conocidos como Bryan Ferry, Manu Chao o Francoise Hardy, y grabó discos tan populares como “Amours des feintes”, “Versions Jane” o “A la legere”. No olvidó su carrera cinematográfica con títulos como “Black for remembrance”, “On connait la chanson” o “'The last september”, pero lo que realmente le llena en cuerpo y alma en los últimos años son sus contribuciones a nivel social para defender los derechos humanos, erradicar la pobreza, la injusticia e instaurar la democracia en países absolutistas. A lo largo de su vida ha sido una mujer beligerante, siempre ha estado apoyando a los más débiles y resulta fácil verla en multitudinarias manifestaciones en París. Ha sido galardonada con la Orden Nacional del Mérito en Francia y la Orden del Imperio Británico, tiene pendiente de estreno para el año que viene la pelicula “La téte de maman” y está preparando su biografía en forma de película, que también dirige, interpreta y escribe, y que se titula “Boxes”. En los últimos años su mayor alegría son sus dos nietos, Alice y Ben, hijos de Charlotte.
VÍDEOS DE Jane Birkin
A continuación podemos ver un vídeo de Jane Birkin :
