Gunter Sachs

Gunter SachsFritz Gunter Sachs nació el 14 de noviembre de 1932 en el palacio de Mainberg, junto a la localidad de Schweinfurt, en la región alemana de Baviera. Fue hijo del industrial nazi Willy Sachs -hijo a su vez de Ernst Sachs, uno de los pioneros de la bicicleta moderna -y de Eleonora Kirchner von Opel, nieta del fundador de la conocida empresa automovilística alemana. A los 3 años, después de que sus padres se separasen, se trasladó con su madre a Suiza, donde pasó gran parte de la infancia y perdió casi todo el contacto con su progenitor. Junto con su hermano mayor, Ernst, vivió una cómoda infancia, llena de lujos y caprichos. Tenía los juguetes más caros, vestía las más exquisitas ropas y no le afectaba para nada la durísima realidad que azotaba a todos los europeos, víctimas de la II Guerra Mundial. Su padre -teniente coronel de las SS y compañero de caza de Heinrich Himmler- no sólo fabricaba piezas para bicicletas y para motores de motocicletas, sino que suministraba los embragues de los tanques con los que Hitler arrasó media Europa.

A pesar de sus antecedentes familiares, Gunter demostró que era un joven sociable, amable, cariñoso y, sobre todo, amante de la buena vida. Curso bachillerato en el internado Rosey, de Saint Gallen, para después estudiar Matemáticas en la Universidad de Lausana y, por orden de su padre, pasó a dirigir parte de la empresa familiar Fichtel & Sachs. Aquello no le hizo mucha gracia a Gunter, que, gracias a una tarjeta de crédito sin límite, se había ganado la fama de vividor.

En 1955, se casó con Anna Marie Faure y, a los pocos meses, fue padre de su primer hijo, Rolf, su ojito derecho y que actualmente trabaja como diseñador de muebles en Londres. Pero la felicidad familiar duró bien poco, puesto que Anna Marie murió en 1958 a causa de un error médico tras un accidente automovilístico. Aquel mismo año su padre, de 62 años, se quitó la vida pegándose un tiro.

Abatido por aquellas tragedias, Gunter buscó refugio en sus aficiones: la fotografía, el rodaje de documentales y el coleccionismo de obras de arte contemporáneo. Poco después, ya en los años 60, el romance con la exemperatriz Soraya tras ser repudiada por el Sha de Persia lo convirtió en uno de los “playboys” más famosos del mundo. A partir de entonces, empezó a codearse con galanes de la época como Alain Delon o Jean Paul Belmondo, íntimo con la modelo inglesa Twiggy y reforzó su amistad con familias tan poderosas como los Kennedy o los Agnelli (dueños de la Fiat italiana) y con el armador griego Aristóteles Onassis. Promotor de Saint-Tropez -en la Costa Azul francesa- como destino de vacaciones de la “jet-set” del momento, Gunter disfrutaba de las fiestas en las que corría el champán, el caviar y las mujeres guapas y, mientras los demás dormían las borracheras, su insomnio le permitía gestionar las finanzas de la empresa familiar, que amplió con Mic Mac, una célebre cadena de tiendas de moda.

Fue precisamente en un restaurante de Saint-Tropez donde vio por primera vez a Brigitte Bardot, por aquel entonces rutilante “sex symbol” del cine francés. “Fue amor a primera vista. En cuanto la oí hablar fue como si un rayo me hubiera golpeado. Desde el momento en el que la vi, supe que tenía que casarme con ella”, explicó una vez. Apasionado, desmedido y sin problemas de cartera, el magnate decidió impresionar a la bella actriz y, horas después, alquiló un helicóptero desde el que arrojó miles de rosas rojas en el jardín de la casa de Brigitte. “No es muy habitual que un hambre inunde tu jardín con toneladas de rosas”, comentó Bardot, quien quedó tan impactada que, al poco, el 14 de julio de 1966, le dio el “si, quiero” en una discreta ceremonia de ocho minutos en Las Vegas. Gunter y Brigitte se convirtieron en los personajes más populares y fotografiados de la década, acudían a las fiestas más exclusivas y se relacionaban con los personajes más exquisitos de la cultura y la alta sociedad. Su amistad con pintores como Dalí, Klein, Magritte, Tom Wesselmann o Andy Warhol -que retrato al matrimonio Sachs-Bardot en sus conocidos cuadros multicolores- contribuyo a que el “Playboy” se convirtiera en un gran coleccionista de arte.

Pero su matrimonio con Bardot no iba a durar mucho. A los tres años, el amor empezó a apagarse y el 1 de octubre de 1969 firmaron su divorcio sin traumatismos, lo que les permitió conservar una buena relación de amistad. De vuelta a la soltería, el corazón del multimillonario no estuvo mucho tiempo desocupado.

A los dos meses, se casó con Mirja Larsson, una exmodelo sueca con la que permanecería el resto de su vida. Con ella, fue padre de dos hijos más: Christian Gunnar (nacido en 1971) y Claus Alexander, que vino al mundo en 1982. “Uno de los grandes sueños hubiera sido tener una niña, pero la vida me ha dado varones y también estoy contento”, admitió hace algunos años. En 1976, se nacionalizó suizo para evitar el pago de impuestos al fisco alemán y rehabilitó una exclusiva villa en la estación invernal de Gstaad, donde tenía por vecinos a Elizabeth Taylor, Roman Polanski y Julie Andrews. Dueño de una inmensa fortuna cifrada en unos 300 millones de euros, Gunter tenía además una decena de mansiones repartidas por todo el mundo, entre ellas una inmensa propiedad con cascadas y árboles tropicales en Palm Springs (California), donde les visitaban amigos tan conocidos como Sean Connery, John y Bo Derek, Sidney Chaplin (hijo de Charlot) o el príncipe Leopoldo de Baviera. “Jamás he estado obsesionado por el dinero ni por el poder. Soy muy conservador en la administración de mi fortuna: invierto en propiedades inmobiliarias, en acciones y en renta fija. Difícilmente me corrompería el dinero”, afirmaba.

Pero no siempre estaba ocioso y se convirtió en uno de los fotógrafos favoritos de la revista “Vogue”. Realizó numerosas exposiciones y decenas de catálogos, uno de los más conocidos llamado “Heroínas”, con Claudia Schiffer, cuyos beneficios iban destinados a una de las fundaciones que dirigía su mujer. En 1986, se convirtió en abuelo por primera vez y, a principios de los 90,se apasiono tanto por la astrología que fundó un instituto para estudiar “1a relación matemática y empírica de las posibles verdades de la astrología en asuntos relativos al carácter humano” y escribió un libro que fue superventas en Alemania, en el que afirmaba que “si la astrología fuera tan exacta como proclaman sus seguidores, no habría otra ciencia en el mundo, pero si fuera tan inútil como sostienen sus detractores, no continuaría existiendo seis mil años después de su aparición”. Desde esa perspectiva, hace cuatro años aseguro que “los complicados Escorpio -su signo natal astrológico- no tenemos tendencias suicidas en contra de lo que cabría esperar”. Pero el tiempo se ha encargado de contradecirlo y el pasado 7 de mayo el que se consideraba como “uno de los últimos de su especie” se pegó un tiro en su casa de Gstaad, incapaz, a sus 78 años, de afrontar la enfermedad incurable que padecía.

VÍDEOS DE Gunter Sachs
A continuación podemos ver un vídeo sobre Gunter Sachs:





Fotos de Gunter Sachs:




Gunter SachsGunter SachsGunter Sachs
Gunter SachsGunter Sachs

 

 
 
2011 - sarpanet.info