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Carlos Alonso Santillana



BIOGRAFÍA DE Carlos Alonso Santillana:

Carlos Alonso Gómez llegó al Real Madrid, sin apenas hacer ruido, con 18 años y con una ficha de tan solo 3.000€. Dejó el Madrid diecisiete años después, siendo conocido en el mundo entero como Carlos Santillana, el Puma. En ese tiempo ha jugado con Amancio, Velazquez, Pirri, Juanito, la quinta del Buitre y contra mitos como Garate,

Nació en Santillana del Mar, villa medieval desarrollada en torno a la soberbia colegiata de Santa Juliana. Aunque la mayoría de sus caseríos corresponden a las diversas aportaciones arquitectónicas de los siglos XIV al XVIII, el conjunto histórico-artístico que forman es difícilmente equiparable en España; Museo Diocesano, Palacio de Velarde, Torre de Don Borja, Casa de los Quevedo y Cossío, Casa de Leonor de la Vega... y a dos kilómetros la Capilla Sixtina del Arte Paleolítico: las Cuevas de Altamira. Pero, Santillana del Mar, en la década de los cincuenta no tenía un campo de fútbol.

Carlos Alonso comenzó a practicar el fútbol en su pueblo natal como un crío más. Junto con los bolos montañeses, son los únicos deportes que pueden practicar los que que no tienen bici que solo los más ricos del pueblo poseen, aquellos que eran los que más vacas y fincas tenían. Para la bolera había que esperar turno y eso, siempre y cuando no hubiera partida de los mayores. Para el fútbol era más fácil pese a que no hubera campo de fútbol, un praduco o una calle semidesierta cumplían su función, unas piedras a modo de portería y... una pelota. En aquella época no podíamos exigir nada, era lo que había, y muchísimo menos practicar otros deportes. Y cuesta asimilar que sucediese no hace tantos años, pero en un pueblecito así el único deporte que practicábamos era el de los bolos o, cuando podíamos, el fútbol.

Cuando tiene 14 años se acerca a Barreda, un puebluco cercano de Santillana que sí tiene campo de fútbol. Sin dudarlo busca a Valentín Cuétara que había fundado hacía poco en esa localidad el equipo de fútbol juvenil Satélite de Barreda y en las que ejerce funciones de entrenador. Le saludó, le dijo que se llamaba Carlos Alonso, que era de Santillana y que quería jugar en su equipo. A partir de ese momento, empieza a jugar con el equipo y Cuétara, que controlaba a cantidad de críos y era incapáz de recordar el nombre de todos, preguntaba por él refiriéndose al de Santillana, ¿ha llegado el de Santillana?, el de Santillana juega el domingo... y al final, el apellido Alonso desaparece y llevé el de mi pueblo a lo largo de mi carrera deportiva. Pero acudir al entrenamiento no es fácil, Barreda está a más de seis kilómetros de Santillana. Con su amigo Juan Antonio El Platanito esperaban al camión de la leche que venía de Camplengo de recoger las perolas, paraba en Santillana donde les permitían a ellos subir y les dejaban en Barreda. Luego el camión seguiría hasta terminar su recogida y entregar en Santander. Ellos mientras tanto entrenaban y esperaban hasta las nueve de la noche que volvía el camión que les devolvía a Santillana.

Carlos siempre recordará a Valentín Cuétara, el culpable de que terminara siendo famoso y conocido en todo el mundo futbolístico. Guardará un buen recuerdo de él hasta el punto de que, con Santillana ya retirado, asistiría al homenaje que en el 2006 le brindaron los vecinos de Barreda por todo lo que había hecho por el pueblo. Con el Satélite llegó a jugar en Tercera División a las órdenes de Trueba. Alonso no tiene aún muy claro cuál es su posición en el terreno de juego pero no le importa, lo realmente importante es jugar, no donde y habitualmente lo hace de interior.

La gente del fútbol se empieza a fijar en él y mucho más cuando llegan ojeadores de la selección nacional y José Emilio Santamaría, lo llama para formar parte de la Selección Nacional Juvenil que se enfrentó a Francia en el Parque de los Príncipes. Santillana tiene 16 años y ganaron por 1-2. Los éxitos deportivos no le permiten descuidar los estudios y termina Preuniversitario que, como su nombre indica, es el paso previo a entrar en la Universidad. De repente todo se dispara, le ficha el Racing y a los tres meses se acuerda su traspaso al Real Madrid como pago de unas deudas que el equipo cántabro con el equipo de Madrid. Carlos se marcha a Madrid felíz, siempre se ha sentido madridista, se sabía los equipos madridistas de memoria pero jugar algún día en el Madrid era una quimera.

Estamos en la temporada 1970/71, y le ficha el equipo principal de su región, el Racing de Santander, equipo en el que consigue el “Pichichi” de la Segunda División. Esto unido al hecho de que también en categoría regional había sido máximo goleador hace que el Real Madrid se decida por su fichaje. El Racing de Santander tenia una deuda de unos 23 millones de pesetas con el Real Madrid, que entonces era mucho dinero para un equipo como el Racing. Pero en el Racing la estrella era Aguilar, el cual me vino muy bien para mi forma de jugar. Entonces el Madrid daba unos quince millones por este y para saldar por completo la deuda fuimos Corral y yo.

Su llegada a Madrid crea muchas dudas, es muy joven, no es un jugador excesivamente técnico, con el balón en los pies patosea. Sin embargo es un jugador poderoso por alto y letal en sus remates de cabeza, además mantenía un entusiasmo contagioso. No era suficiente para ganarse un puesto en el mejor equipo del mundo pero tiene la suerte de que no había un delantero centro puro, y Miguel Muñoz le pone de titular. Santillana, asustado, se encuentra rodeado de jugadores para él míticos: Pirri, Velázquez, Amancio... pero suple sus carencia haciendo horas extras en los entrenamientos para mejorar su técnica.

Al año de llegar la suerte parece cambiar de dirección: unos restos de sangre en la orina, tras un partido en Sarriá, alertaron a los médicos del Real Madrid que le someten a diversos exámenes clínicos y consultan con los urólogos más prestigiosos del momento. Al final se descubre el problema: el jugador tiene una importante anomalía congénita y ambos riñones están en la misma parte del cuerpo. La primera impresión es que debe dejar el fútbol, el riesgo de un golpe en el mismo lugar puede ser letal. Al final se decide seguir adelante con el acuerdo del jugador.

Entonces había una gran unión, era una convivencia como la de un equipo amateur. Ahora los equipos están llenos de extranjeros y cada uno tiene una forma de ver el fútbol, y de esto es muy difícil crear una unión, aunque estoy seguro que Fernando y Raúl lo hayan intentado. Lo ideal sería trasladar aquella forma de llevar el vestuario con estos jugadores, pero eso es lo difícil.
Yo digo muchas veces que antes nosotros vivíamos sólo para el fútbol y jugábamos para el fútbol, no había otra cosa, y ahora muchos futbolistas son una empresa, cada futbolista es una empresa.
Hoy día el fútbol es mucho más complicado y Camacho me lo dice muchas veces: ¡Que no, Charlie, que el fútbol no tiene nada que ver con lo que tú piensas, que el fútbol es otra cosa!

Es el segundo jugador que más partidos ha jugado con el Real Madrid, 643, le aventaja otro jugador de su época, Sánchis con 709 partidos y tercero es otro cántabro, Paco Gento con 605 partidos. Es también segundo en la historia del Real Madrid con más goles aportados a los títulos nacionales de su equipo. En este caso primero es Di Stefano y tercero Raúl. El tercero que más goles ha marcado detrás de estos dos. Curiosamente jamás ha ganado ningún Pichichi, trofeo al máximo goleador de la liga. Pero sí ha ganado 9 ligas y 2 subcampeonatos.

Siempre será recordado por sus remates de cabeza, brincos imposibles que parecía que le dejaban flotando en el aire unos segundos más que sus rivales, saltaba antes que ellos y cuando llegaba al punto más alto, los defensas ya estaban retornando al suelo. Anecdóticamente, él cuenta que todo se debía porque cuando iba a robar ciruelas a las huertas, tenía que saltar muy rápido el muro porque los perros no tardaban en aparecer. En realidad, el secreto estaba en que sabía el momento exacto del salto de tal manera que cabeza y balón se encontraban en el punto más alto del salto. Pero no solo era el que mejor saltaba, sino que además sabía dirigir el balón al sitio preciso en la portería contraria. Él dice que no se explica esa habilidad pero posiblemente sea debido a  que es de los pocos delanteros que remataban de cabeza con los ojos abiertos por lo que siempre mantenía control de la posición exacta del balón. En Italia se le llegó a temer más que a cualquier otro jugador del momento -español o italiano- y los partidos se planteaban intentado contrarestar su dominio en el área: pocas veces lo consiguieron y su leyenda siguió aumentando.

Pero pese a sus logros deportivos, a Carlos Alonso González, el de Santillana, todo el mundo le recuerda porque dentro y fuera del campo fue un caballero.

A punto de retirarse del fútbol

En mil novecientos setenta y dos Carlos Santillana atraviesa el momento más amargo de su carrera. Unos restos de sangre en la orina, tras un partido en Sarriá, alertaron a los médicos del Real Madrid que, tras someterle a diversos exámenes clínicos, optan por solicitar la intervención del doctor Sánchez Cañas, uno de los urólogos más prestigiosos del momento. Pese a que la noticia es guardada con celo, el 7 de mayo de ese mismo año salta a la portada de todos los rotativos del país. Santillana padece una importante anomalía congénita, estando colocados sus dos riñones en la misma parte del cuerpo. El impacto fue verdaderamente impresionante, llegando a sonar con insistencia el rumor de que tenía que abandonar los terrenos de juego. Al final, y tras consultar con el propio jugador, los doctores le indican que puede seguir ejerciendo su profesión.

Superado el percance, terminó la temporada consiguiendo ser el máximo goleador del equipo tanto en Liga como en Copa de Europa, aunque con el sinsabor de no haber conseguido ningún título. Un año para olvidar en el que su única alegría fue haber participado en el homenaje a su paisano Gento. La delantera madridista alineó en aquella ocasión a Bene, Santillana, Eusebio, Dobrín y Paco Gento

Aquella final de París

Al margen de presentar un palmarés difícilmente superable, y pese a haber sido en dos ocasiones campeón de la UEFA, en la retina de Santillana siempre perdurará la final de la Copa de Europa perdida el 27 de mayo de 1981 en el Parque de los Príncipes. Previamente se había eliminado a Limmerick, Honved, Spartak e Inter de Milán, siendo derrotados en la final por el Liverpool. El Real Madrid formó esa noche con Agustín; García Cortes (Pineda), Sabido, García Navajas, Camacho; Angel, Del Bosque, Stielike; Juanito, Santillana y Cunningham. El único gol del encuentro fue materializado por Alan Kennedy.

Otro momento gris hace referencia a la final disputada ante el Aberdeen en 1983. El escenario fue en esta ocasión el estadio Ullevi de Göteborg. El Real Madrid formó con Agustín; Juan José, Bonet, Metgod, Camacho; Angel, Gallego, Stielike; Juanito, Santillana e Isidro. Los primeros noventa minutos concluyeron con empate a un tanto –goles de Black y de Juanito-, logrando la victoria para los escoceses Hewit en la prórroga. De nuevo un equipo británico nos había apeado de la gloria continental.

VÍDEOS DE Carlos Alonso Santillana:
A continuación podemos ver un vídeo de Carlos Alonso Santillana :








FOTOS DE Carlos Alonso Santillana:









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