Antonio Machado

alois_alzheimerAntonio Cipriano José María Machado Ruiz nació el 26 de julio de 1875 en Sevilla. Segundo de los cinco hijos del matrimonio formado por Ana Ruiz y Antonio Machado Álvarez “Demófilo”, abogado, licenciado en Letras y famoso folclorista, se crió en el palacio de Dueñas, donde la familia había alquilado una vivienda al duque de Alba. Con ellos vivían los abuelos paternos, Cipriana Álvarez -pintora y folclorista- y Antonio Machado Núñez. Éste era médico, geólogo, botánico, antropólogo, ornitólogo, republicano acérrimo y rector de la Universidad de Sevilla y de él aprendió Antonio el amor a las caminatas por el campo. En conjunto, se trataba de una familia excepcional, donde tenían un lugar privilegiado los temas intelectuales, artísticos y políticos. Machado estaba muy unido a su hermano mayor, Manuel, poeta y dramaturgo y con un carácter jaranero muy diferente al talante melancólico de Antonio. En 1883, su abuelo fue nombrado catedrático de la Universidad Central de Madrid y la familia se trasladó a la capital, para que los chicos estudiaran en la célebre Institución Libre de Enseñanza, Pero los Machado no nadaban en la abundancia y, en 1890, el padre del poeta viajó a Puerto Rico para trabajar como registrador de la propiedad. Más tarde volvió a Sevilla y, dos años después, falleció de tuberculosis sin haber vuelto a ver a su familia.

En 1893, Manuel y Antonio, comenzaron a trabajar en “La Caricatura”, un pequeño periódico madrileño. Asiduos a tertulias y cafés, frecuentaban a otros intelectuales y fueron míticos sus encuentros con Ramón Maria del Valle Inclán, Juan Ramón Jiménez o Miguel de Unamuno. Todos ellos pasaron a la posteridad como “La generación del 98”, ya que sus vidas y sus obras se vieron marcadas por la guerra contra EEUU, en 1898, en la que España perdió Cuba y otras colonias de ultramar y, sobre todo, su “orgullo” de ser un gran imperio.

En 1899, Antonio Machado viajó a París, donde su hermano Manuel había encontrado trabajo como traductor para la editorial Garnier. Antonio se unió a él en este empleo lo que propició que conociera a autores como Oscar Wilde o Pio Baroja, pero, lleno de nostalgia, regresó a España, donde empezó a escribir para la revista progresista “Electra”. La pésima situación económica española propició que Machado volviera a París en 1902.

Por aquella época, trabajaba intensamente en su primer libro de poemas, “Soledades”, pero no renunciaba a la vida social y entabló amistad con Rubén Darío. “Soledades” se publicó en 1903, cuando el poeta regresó a Madrid. Su éxito fue enorme, pero el autor aún quiso perfeccionarlo añadiendo nuevos versos y, en 1907, se edito “Soledades, galerías y otros poemas”. Ese mismo año, ganó las oposiciones al puesto de catedrático de francés y eligió la vacante del instituto de Soria. Allí se enamoró perdidamente de Leonor Izquierdo, sobrina de los dueños de la pensión en la que se hospedaba. Ella tenía sólo 15 años cuando se casaron el 30 de julio de 1909; él había cumplido ya los 34. Aquella fue una época feliz de su vida.

Machado daba clases de francés, recorría la meseta mientras escribía “Campos de Castilla” y soñaba con llevar a su esposa a París, lo cual pudo hacer gracias a una beca. Cada vez mas atraído por la filosofía, asistía a las clases que Henri Bergson impartía en la Sorbona. Su felicidad se vio bruscamente interrumpida cuando Leonor cayó enferma de tuberculosis. Los médicos le recomendaron huir del clima húmedo de París y regresar a España. De vuelta a Soria, Leonor no superó la enfermedad y falleció en agosto de 1912,lo que sumió a Machado en una gran depresión. Ni siquiera el gran éxito de su recién publicado “Campos de Casti11a” le animaba y, huyendo de los recuerdos tristes, solicitó su traslado a Baeza (Jaén), donde vivió con su madre, doña Ana, dedicado a la enseñanza, al estudio de la filosofía -se licenciaría en 1916- y a la creación de textos en prosa que luego fueron recogidos por el apócrifo“Abel Martín”.

Estando de vacaciones en Madrid, estalló la Primera Guerra Mundial y Machado observó que los conservadores españoles apoyaban al bando germano, mientras que los liberales estaban a favor de los aliados y desarrolló su idea de “las dos Españas”. En 1919, recién publicado su libro “Poesías completas”, solicitó el traslado a Segovia, que le permitía pasar el fin de semana con su familia y volvió a escribir teatro con su hermano Manuel. La Revolución Soviética de 1917 había encendido los ánimos en toda Europa y, en España, las opiniones se radicalizaban cada vez más. Machado y otros pensadores organizaron en Segovia una Liga Provincial de los Derechos del Hombre y, aunque nunca se afilió a ningún partido, sus convicciones democráticas lo convirtieron en una piedra en el zapato para la dictadura de Primo de Rivera.

Pese al convulso momento político e intelectual , Machado se volvió a enamorar en esta ocasión de una mujer casada, la poetisa Pilar Valderrama, que aparecía en sus escritos como Guiomar.

Sin haberlo solicitado, en 1927 fue nombrado miembro de la Real Academia Española aunque nunca llegó a ejercer. En 1929, estrenó, con su hermano Manuel, la obra teatral “La Lola se va a los puertos”, que tuvo un éxito arrollador, y volvió a publicar un libro de poesía, “Canciones a Guiomar”. La mujer que para él fue “el gran amor de mi vida”. Se fue a Portugal y, triste por su ausencia y con la salud debilitada, Machado volvió a Madrid en 1932. Creó otro apócrifo, “Juan de Mairena”, más famoso que “Abel Martin” porque lo usó para desarrollar sus reflexiones políticas.

Con el estallido de la Guerra Civil en julio de 1936, el escritor se marchó a Valencia, donde recibió una única carta de amor de Guiomar, a la que no volvería a ver. Con su madre, el poeta vivió en la localidad de Rocafort desde noviembre de 1936 hasta marzo de 1938, cuando se vieron forzados a trasladarse a Barcelona. El 22 de enero de 1939, ante la inminente entrada de las tropas franquistas en la ciudad, el poeta -enfermo de arteriosclerosis-, su hermano José y su madre huyeron a Francia. Al mes, el 22 de febrero, Machado fallecía en Colliure, tres días antes que su madre. En su abrigo, su hermano José encontró su último verso: “Estos días azules y este sol de la infancia”.

VÍDEOS DE Antonio Machado
A continuación podemos ver un vídeo de Antonio Machado :





Fotos de Antonio Machado:



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