Amy
Jade Winehouse nació el 14 de septiembre de 1983 en
Southgate, un área situada al norte de Londres, en
el seno de una familia judía y con tradición
musical en el jazz. Fue la hija pequeña de un matrimonio
formado por Mitch, taxista, y Janis, farmacéutica,
que, unos años antes, habían tenido un niño
llamado Álex.
Durante su infancia, Amy disfrutaba tanto de oír cantar
a su padre temas de Frank Sinatra que dejó de jugar
a muñecas para tararear canciones por su cuenta. Tras
la separación de sus progenitores, a los 9 años,
su abuela Cynthia le aconsejó que se matriculara en
la escuela de teatro Susi Earnshaw, donde estudió cuatro
cursos y, con tan sólo 10, creó su propio grupo
de rap con varios amigos llamado Sweet'n'Sour. Le gustaba
tanto canturrear que sus profesores no podían mantenerla
callada en clase. A los l2 años, acudió a la
escuela de teatro de Sylvia Young, de donde fue expulsada
por rebelde y por hacerse un “piercing” en la
nariz. Posteriormente estudió en los colegios de Selhurst,
Croydon y Ashmole.
En su tiempo libre cogía la guitarra de su hermano,
Álex, hasta que, a los l3 años, le compraron
la suya, con la que empezó a componer y tocar sus propios
temas con un grupo llamado Bolsha Band. Poco a poco, fue abriéndose
camino en pequeños pubs de Londres y en la zona del
conocido mercado de Camden Town cuando su novio de entonces,
Tyler James, envió una maqueta a A&R, una empresa
encargada de descubrir a nuevos talentos, que le dio su primera
oportunidad a nivel profesional a los 16 años. Su peculiar
estilo recordaba a las míticas voces de los setenta
e incluso se la comparó con la gran Aretha Franklin.
“Es un honor que se diga esto de mí, pero no
es para tanto. Soy fan de ella desde cría porque es
una de las mejores”, confesaría Amy. Se inventó
un estilo propio fácilmente reconocible con su peinado
de colmena y el maquillaje al estilo de Cleopatra copiado
del grupo The Ronettes, una voz grave con influencias del
soul, funk, jazz, hip-hop o el pop de los setenta y decenas
de tatuajes repartidos por todo su cuerpo.
El 20 de octubre del 2003 editó su álbum
debut, “Frank”, del que coescribió casi
todos los temas. Fue un gran éxito de crítica,
obtuvo el disco de platino en el Reino Unido, estuvo nominado
a los BRIT Awards y los Mercury Music al mejor disco británico
y a ella la empezaron a comparar con Macy Gray y Sarah Vaughan.
Al año siguiente, ganó el Ivor Novello a la
mejor canción contemporánea por su single “Stronger
Than Me” y participó en el Glastonbury Festival
y el Montreal International Jazz Festival. Ése fue
el despegue de una meteórica carrera que Amy no supo
afrontar sumergiéndose poco a poco en la bebida y las
drogas.
Empezó a tener cambios bruscos de comportamiento, pérdida
de peso, a veces se tambaleaba mientras caminaba por la calle,
sufría depresiones y llegó a cancelar varios
conciertos por agotamiento y diversas enfermedades. En seguida
se convirtió en pasto de los paparazi que vieron en
ella la versión femenina de Pete Doherty debido a la
alteración de la conducta y a los destrozos que causaba
en las habitaciones de los hoteles. “Lo que más
odio de mí misma es la agresividad, la inconstancia
y ser una borracha insultante. Soy una imbécil, un
esperpento, una chica divertida, sensible y que valora mucho
la amistad>,aseguraba en una entrevista. Sus palabras favoritas
eran los tacos, sus olores predilectos eran la gasolina y
la laca, prefería dar a recibir, le relajaba el sexo
y lo practicaba siempre que podía y lo que menos le
agradaba de su aspecto era el no haber tenido más pecho,
asunto que solucionó pasando por el quirófano.
En el 2006 sacó su segundo y ultimo trabajo discográfico,
“Back to Black”, uno de los mejores discos de
la primera década del siglo XXI que le llevó
a lo más alto de la fama al conseguir cinco de los
seis premios Grammy a los que estaba nominada. Se convirtió
en la única artista británica en alcanzar semejante
hito, pero no pudo recoger los galardones ya que Estados Unidos
le denegó el visado “debido al uso y abuso de
narcóticos”; sin embargo, en el último
momento las autoridades intentaron arreglar el asunto, pero
los papeles no llegaron a tiempo. En ese segundo disco hay
que destacar el single “Rehab”, uno de los temas
más radiados en los ultimos años y el causante
de que mucha gente decidiera acudir a centros de rehabilitación.
“Estoy muy contenta del éxito de esta canción
porque significa mucho para mí, pero la rehabilitación
no está hecha para todo el mundo. Tengo amigos que
han acudido a centros y les ha funcionado y hay otros a los
que no. Creo que es uno mismo el que se tiene que ayudar porque
si no, no se puede hacer nada”, comentó la cantante.
El productor del disco, Mark Ronson, exlicó que “Rehab”
-forma coloquial de llamar a una cura de desintoxicación-
nació de una forma totalmente improvisada: “Estábamos
en el estudio charlando, barajando la posibilidad de incluir
ciertos temas y Amy me dijo: “Intentaron llevarme a
rehab y dije no, no, no” Me pareció genial, pusimos
música a esa frase y el resultado fue su canción
más famosa”.
Tras varias relaciones fracasadas, el 18 de mayo del 2007
se casó en Miami con Blake Fielder-Civil, un asistente
de producción de vídeo que, según varios
diarios sensacionalistas, fue quien le introdujo en el crack,
la cocaína y la heroína. Tres meses después,
suspendió sus conciertos europeos al ser internada
por una sobredosis de heroína, éxtasis, cocaína,
ketamina y alcohol. La relación con Blake fue tan tormentosa
que los paparazi les fotografiaron varias veces peleándose
por la calle, fueron captados en vídeo fumando crack,
consumiendo marihuana en un hotel de Noruega y, en más
de una ocasión, Amy agredió a su marido estando
borracha. Uno de los hechos más bochornosos ocurridos
durante su relación sucedió cuando Blake fue
a prisión por golpear al gerente de un bar, por intentar
sobornarle para que no hablara sobre el tema y por obstruir
a la justicia. Tal era el panorama que la madre de Amy llegó
a decir apenada que “creo que mi hija morirá
en un año”.
A pesar de sus problemas con las drogas, Amy siguió
con sus conciertos, pero su estado de salud empeoró
por momentos sin darse cuenta. “He tenido mis excesos,
he bebido más de la cuenta, pero eso es todo. El alcohol,
a largo plazo, es peor que estar enganchada a la heroína
ya que es igual que un veneno. Si estoy en un pub me digo
que no voy a beber y lo cumplo”, pero ni ella misma
se creía esta afirmación. A consecuencia de
sus adicciones, Amy se desmayaba en los ensayos, se quedaba
dormida en las entrevistas y llegaba tarde a las audiciones.
Su padre la convenció para que ingresara en varios
centros de desintoxicación, pero volvió a caer
en los excesos. Durante su retiro voluntario de tres meses
a la isla caribeña de Santa Lucía volvió
a hospitalizarse y se rumoreó que mantuvo un romance
con el actor Joss Bowman, motivo por el que Blake solicitó
el divorcio, consiguiéndolo en julio del 2009.
A partir de ese momento empezó su declive. Tenía
un enfisema pulmonar; intentó suicidarse varias veces;
una fan que quiso pedirle un autógrafo la acusó
de haberle pegado un puñetazo; llegó tarde,
borracha y se durmió durante el discurso del rey de
los zulúes, Goodwill Zwelithini kabhekuzulu; fue fotografiada
casi desnuda a las afueras de un pub y discutía frecuentemente
con su nueva pareja, el cineasta Reg Traviss. A pesar de todo
lo negativo, Amy se convirtió en un icono, “pero
no me importa cómo me ve la gente. No me importan las
tendencias, sigo mi propia moda”.
Tenía una fortuna cifrada en algo más de 12
millones de euros y cobraba más de un millón
por actuar en fiestas privadas, como la que organizó
recientemente el millonario ruso Roman Abramovich. Además
de crear su propia discográfica, Lioness Records, empezó
a diseñar ropa con la firma Fred Perry y colaboraba
en varias organizaciones benéficas. El 18 de junio
realízó en Belgrado el concierto más
desastroso de su carrera, al aparecer completamente borracha
sobre el escenario, motivo por el que se vio obligada a cancelar
toda su gira, que la iba a llevar a Bilbao el 8 de julio.
El día 2 hizo su última aparición pública
al cantar en su barrio junto a su ahijada, Dionea Bromfield
y, tres días más tarde, fue encontrada muerta
en su apartamento de Candem.
VÍDEOS DE Amy Winehouse
A continuación podemos ver un vídeo de Amy Winehouse :