ALESSANDRO LEQUIO

Alessandro Vittorio Eugenio Lequio di Assaba Torlonia nació el 17 de junio de 1960 en Lausana (Suiza). Fue el primogénito del conde Clemente Lequio di Assaba y de su segunda mujer, Alessandra Torlonia di Civitella-Cesi, hija de la infanta Beatriz. Por línea materna, Alessandro es bisnieto de Alfonso XIII, soberano con el que tiene la misma relación de parentesco que el príncipe Felipe y las infantas Elena y Cristina. Aunque muchos le conocen como el “conde Lequio”, lo cierto es que este título le corresponde a un hermano mayor, Francesco Lequio, fruto de un primer matrimonio de su padre. Este, sin embargo, no utiliza su título ya que padece esquizofrenia y esta internado en un psiquiátrico en Montevideo (Uruguay).

La primera aparición pública de Alessandro, al que familiarmente llaman Dado, fue durante su bautizo en brazos de sus padrinos, la reina Victoria Eugenia y el conde de Marone. A los 3 meses, Alessandro sufrió una enfermedad estomacal tan terrible que los médicos suizos llegaron a temer por su vida. Su padres recorrieron los mejores hospitales de Europa hasta que dieron con un especialista italiano que logró que el pequeño se recuperara. A partir de ese momento, la familia se traslado al legendario palacio Torlonia, construido entre los siglos XI y XVI y ubicado en una de las mejores zonas de Roma en la vía Condotti.

Alessandro era un niño muy travieso que volvía locas a sus doncellas y disfrutaba muchísimo cuando se colaba en la cocina y le daban una taza de chocolate o pan recién horneado. En 1962, nació su hermana Desirée, apodada Didi, en la que encontró su alma gemela. A Alessandro le encantaba jugar a que era un gran futbolista y a Didi (después de que su madre fuera elegida Lady Europa en 1966) que ella era la más guapa de sus amigas. La complicidad entre los dos hermanos era total, compartían juegos, veían la tele o hacían auténticas diabluras que tenían por destinataria a su niñera. De su infancia, recuerda que “mi abuela, la infanta Beatriz, era mi compañera de juegos, hacíamos carreras, jugábamos al badminton... también me acuerdo mucho de la infanta Elena, tres años menor que yo, con la que compartía muchas tardes divertidas en Lausana mientras visitábamos a nuestra bisabuela, la reina Victoria Eugenia, a quien todos llamábamos cariñosamente “gangan”, el mismo nombre que ella empleaba con su abuela, la reina Victoria de Inglaterra. Elena era muy simpática, paseábamos hasta el lago para dar de comer a los cisnes. Su hijo, Felipe, se parece mucho a ella cuando era pequeña”.

En 1969, falleció Victoria Eugenia, a la que estaba tan unido y dos años más tarde lo haría su padre, al caer accidentalmente desde una ventana, un escándalo que provocó una oleada de rumores en los diarios más prestigiosos de la época. Pasado el tiempo, Alessandro recordaba a su progenitor como “un hombre muy simpático, emprendedor tremendamente activo, con un gran carisma y un gran compañero para todos, porque era con quien más jugábamos. Su muerte la encajé muy mal, me convertí en un adolescente muy rebelde y, a partir de ese momento, mi vida transcurrió en varios internados”.

Poco después de este terrible suceso, conoció a la que considera su primera novia, Violeta, una atractiva jovencita con la que descubrió el amor. “Fue a ella a quien le di mi primer beso y me quedé anonadado porque no sabía que se daban de aquella manera”. Aquel carácter indomable que tanto se distanciaba de la dulzura de su niñez llevó a Sandra a internar a su hijo en Carlo Alberto, un colegio religioso cercano a Turín donde paso una de las peores épocas de su vida.

La regia disciplina del centro les obligaba a rezar a diario, ir a misa antes del desayuno y pasar por el confesionario cada tarde para la limpiar el alma. En el centro se imponían castigos ejemplares y se tenía que estudiar mucho. La situación se le hizo tan insoportable que finalmente logró que su madre le cambiara a otro centro, el Montana, ubicado en Zúrich.

Poco a poco, su sexualidad se fue despertando y Alessandro se dio cuenta de que conquistaba a las chicas con gran facilidad. Gracias a la complicidad de uno de sus tíos, a los 14 años perdió la virginidad en un prostíbulo y, a partir de ese momento, fueron numerosas las chicas que hizo entrar furtivamente en el palacio. En aquella época de quien estuvo más enamorado fue de una chica llamada Francesca, que ocupó su corazón durante dos años. Alessandro sabia que se llevaba a las chicas de calle gracias a su capacidad para seducirlas con su belleza y su don de gentes. Tras licenciarse en Letras en la Universidad de Turín, obtuvo el doctorado en Historia en 1986, año en el que falleció su abuelo Alessandro, uno de sus grandes referentes y cuya muerte provocó la venta del palacio Torlonia. Pero no todo iban a ser disgustos y, gracias a que era cinturón negro de karate fue admitido en el cuerpo Fiamme Oro, encargado de la seguridad del primer ministro Italiano. Durante ese mismo verano, estando en la villa de una de sus mejores amigas, se confundió de habitación y entró en otra donde descubrió a una atractiva joven de la que quedé prendado. “Acabo de ver a la mujer más hermosa del mundo”, le dijo a su amiga; “¿Sabes quién es?”, le contestó ella. “No” respondió Dado. “Es la musa de Armani, se llama Antonia Dell´Atte”. Volvieron a encontrarse en el verano de 1987 y, a pesar de que Sandra Torlonia no aprobaba la relación porque quería un mejor partido para su hijo, se casaron por lo civil en el Ayuntamiento de Milán el 12 de octubre de 1987. Con los años, y a pesar de las peleas de la pareja, Alessandro recuerda con cariño aquellos primeros meses de enamorados: “Lo primero que me viene a la cabeza es una especie de chándal rosa horroroso que no se quitaba ni para salir a hacer la compra. Lo que más me molestaba de ella es que en casa estaba siempre muy desarreglada y yo creo que, aunque estés en bata o con una camisa larga, nunca tienes que dejar de seducir a la pareja”. Unas palabras que chocan con la elegancia a la que nos tiene acostumbrados la ex modelo italiana.

El 2 de abril de 1988, Antonia dio a luz a un precioso bebé al que llamaron Clemente. Al poco tiempo, abandonó la Fiamme Oro porque se pasaba más tiempo fuera de casa que con la familia y, al año siguiente, aceptó un puesto en la sucursal que tenía en Varsovia la compañía . automovilística Fiat, cuyo dueño, Giovanni Agnelli, era íntimo amigo de su madre y tío materno de su primo Giovanni Torlonia. En 1990, le trasladaron a Madrid como adjunto a la presidencia de Fiat Ibérica. En la capital española, en la que empezó a frecuentar fiestas de alto copete, se inició el gran cambio de su vida.

En una cena organizada por los March, una importante familia de banqueros, conoció a la actriz y presentadora Ana García Obregón. Para entonces, su matrimonio no iba muy bien e inició una relación sentimental de la que, en febrero de 1991, se publicaron las primeras fotos. Inmediatamente, Ana y Alessandro se convirtieron en objetivo prioritario de los paparazzis y Antonia, viendo el percal, decidió separarse del aristócrata y convertirse en uno de los mayores azotes de la pareja. La relación se consolidó hasta tal extremo que el 23 de junio de 1992 tuvieron un hijo, Alex, sin pasar por la vicaria.

Aquel feliz acontecimiento quedó ensombrecido por las continuas demandas de Antonia, reclamando la manutención de su hijo. La modelo participó en el programa “La máquina de la verdad” de 1993, donde hizo pública una conversación telefónica en la que Alessandro aseguraba que no amaba a Ana, que estaba con ella por el dinero y que Alex era “el niño de los cojones”. Tras su infidelidad con la azafata de vuelo Silvia Tinao, Ana -que había recibido una indemnización de 180.000 euros por los comentarios de “La máquina de la verdad”- dio por finiquitada su relación con Alessandro. Lequio aseguró entonces que Antonia le odiaba “porque la he dejado, no podía asumir que lo nuestro había fracasado y se inventa todo porque no es feliz”. Por su parte, la italiana, con su personalidad lenguaraz, argumentaba: “Es un desgraciado que no ejerce como padre, es un gigoló mantenido y no sabe qué hacer con su vida. Es un desastre de hombre”.

Gracias a su relación con Ana, este aristócrata vividor empezó a frecuentar los ambientes de famoseo de Madrid. Dirigió un gimnasio montado con el dinero de Ana que fracaso, al igual que otros negocios, por lo que no tardó en recurrir a la fuente de ingresos que suponía la prensa rosa, de la que se convirtió en uno de sus personajes estrella. Rompió con Silvia Tinao en 1995 a raíz de una infidelidad pasajera con Sofía Mazagatos y, a finales de 1996, empezó un romance secretísimo con la modelo Mar Flores, que por entones ella era la pareja oficial del multimillonario Fernando Fernández Tapias, “Fefé”. Sin embargo, la relación se fue al traste cuando, a principios de 1997, se publicaron unas escandalosas fotos de Alessandro y Mar besándose en Roma. Triste y abatida, la joven no podía imaginarse que lo peor estaba por venir. En 1999, estalló el escándalo con la portada de “Interviú”: “Mar Flores y Alessandro Lequio en la cama”.

Muchos culparon a Lequio de la filtración de unas fotos tomadas casi tres años antes, cuando en realidad el responsable era Coto Matamoros, cuyo hermano, Kiko, había sido cuñado de la modelo. “Lo de Mar no fue una venganza, pero no quería compartirla con Fefé”, confesó Alessandro que volvió a hacer daño a la modelo que en aquel momento estaba feliz con Cayetano Martínez de Irujo.

Para echar más leña al fuego, Antonia alzaba la voz en las televisiones acusando a su ex marido de maltratador: “Me pegó una patada mientras estaba embarazada, otra vez ingresé con una pierna rota en el hospital, no le abandoné porque el diablo me sedujo hábilmente”. Como sabía que Ana Obregón hablaba bien de Lequio, ya que siempre ha mantenido una buena amistad tras la ruptura, la italiana aseguró que la actriz había llegado a llamarla por teléfono para confesarle que también había sido maltratada. Sus constantes desavenencias con Dell'Atte le impidieron ejercer de padre con su hijo mayor, pero la relación ha sido mas fluida con el segundo, Álex.

Mientras, en televisión, Alessandro colaboraba en “Crónicas Marcianas” y, más tarde, en los magacines de María Teresa Campos y Ana Rosa Quintana. Por aquel entonces, inició un sonado romance con Sonia Moldes, con la que protagonizó un espectacular y caliente montaje periodístico al aparecer en la revista “Interviú” con sus mejores atributos al aire. Un desnudo que el aristócrata rentabilizó económicamente hasta límites insospechados.

En uno de sus impases amorosos, Lequio mantuvo un breve flirteo con Maribel Sanz -ex mujer de Sergio Dalma-, de la que dijo que fue “flor de un día”, para volver con Sonia, con la que se asoció en varios negocios hasta que rompieron definitivamente. Al poco de romper con ella, en 1999, encontró la estabilidad emocional con María Palacios, una menuda joven de buena familia. “Si hubiera sido un gigoló que quisiera vivir de las mujeres me habría quedado con Ana. Con María he encontrado mi alma gemela. Nos entendemos perfectamente, hay una buena comunicación y me encantaría casarme con ella”.

Al año siguiente de conocerla, Alessandro debutó como actor en “A1a...Dina”. Siguió -y sigue- con sus colaboraciones como tertuliano televisivo y, en el 2005, sacó una biografía, “La fami1ia”, en la que hace un repaso a su historia. “Sé que soy un pariente incómodo para la monarquía porque no les ha gustado mi salto mediático y mis escándalos. Hace mucho tiempo que no tengo relación con mi “tío Juanito” -así llama cariñosamente al Rey-, pero eso no significa que no continuemos siendo familia”. Además de estos parentescos reales, pocos saben que Lequio es primo de la actriz norteamericana Brooke Shields, ya que una de sus tías abuela —Marina Torlonia— era la abuela paterna de la protagonista de “El lago azul”.

Después de muchos años en los tribunales, las demandas que Antonia Dell'Atte había interpuesto por presuntos malos tratos, le dieron la razón a la ex modelo; “Ahora sí que puedo decir por televisión que eres un maltratador, decía entre lágrimas la italiana. En uno de los momentos más bajos de su relación con María, el conde mantuvo un breve romance con la periodista Susana Molina, pero cuando muchos pensaban que esta relación iba en serio, Alessandro sorprendió a todos casándose con María el 15 de noviembre del 2008 a las afueras de Segovia.

VÍDEOS DE Alessandro Lequio
A continuación podemos ver un vídeo de Alessandro Lequio :





Fotos de Alessandro Lequio:



aaron_spelling

 

 
 
2011 - sarpanet.info