AARON SPELLING

Aaron Spelling nació el 22 de abril de 1923 en Dallas (Tejas, EEUU). Fue el cuarto hijo de una familia de origen judío. Su madre era polaca y su padre, un sastre ruso, cambió su apellido original –Spurling- al llegar a EEUU. Aaron recordaba su infancia como “una época difícil en la que viví asustado. Era el más pequeño, el más esquelético chico de la vecindad, donde sólo sobrevivían los duros. He recibido muchas palizas. A los 7 años sufrí una crisis nerviosa, porque tenía miedo de ir al colegio. No podía andar y estuve en cama durante dos años”. En ese tiempo leyó muchísimo y la literatura le abrió otra dimensión de vida. Durante la Segunda Guerra Mundial sirvió en la Armada, y colaboró en la revista militar “Barras y Estrellas”, lo que le permitió descubrir su vocación por la escritura.

Licenciado en Filosofía y Letras por la Universidad Metodista de su ciudad natal, Spelling escribió varias obras dramáticas e intenté estrenarlas en algún teatro de Nueva York. No tuvo suerte y, tras aquellos primaros rechazos, el futuro productor se instaló en California. Al llegar a la meca del cine, su economía era tan precaria como corresponde al tópico de cualquier otro millonario estadounidense hecho a sí mismo. Casado con la actriz Carolyn Jones, se introdujo en Hollywood, donde trabajó como actor de reparto. Menudo, moreno y de ojos saltones, Sam Peckinpah le dirigió en episodios de “La ley del revolver” (1956) e intervino en varias entregas de “Alfred Hitchcock presenta”.

Pronto vio que su futuro estaba detrás de las cámaras y encaminó sus pasos profesionales hacia la escritura de guiones. Reconocía haberse sentido el hombre “más feliz del mundo” cuando vendió uno para el show de la entonces famosa actriz Jane Wyman. A finales de los años 50, era ya guionista de series importantes como “Wagon train” o “El show de Dick Powell”.

Tras debutar como productor de televisión con el western “ Johnny Ringo” (1959), tuvo su primer éxito cuatro años después con “La ley de Burke”, una serie protagonizada por un investigador aficionado. Sin embargo, su gran éxito llegó, en 1968, con “The Mod Squad”. Después, firmó un contrato en exclusividad con la cadena ABC y, al poco, el hijo del sastre judío se convirtió en amo del “prime time”.

El 16 de mayo de 1973 se casó en segundas nupcias con Candy Marer, de 37 años y 22 menos que él, que ha sido la madre de sus dos únicos hijos: Victoria (Tori) y Randy. Dotado de gran intuición, olfato y conectado con el gusto popular (“Si se lleva la minifalda, no te vas a poner a vender algo por debajo de la rodilla”, solía decir), dio un sello diferente a una serie de policías: la muy polémica “Los hombres de Harrelson” (1975). Maneras expeditivas, locas persecuciones en coche y antológicas gafas de sol fueron las señas de identidad de “Starsky y Hutch”, serie mítica. En 1976, se olió que las chicas darían juego y, pese a que algunos programadores vieron absurda la trama de “Los ángeles de Charlie”, convirtió a Sabrina Duncan (Kate Jackson), Jill Munroe (Farrah Fawcett) y Kelly Garret (Jaclyn Smith) en las detectives mas “sexies” del mundo. Un año más tarde, volvió a dar en la diana con un barco de cruceros comandando por el capitán Stubing, una serie que en España se llamó “Vacaciones en el mar”.

Combinados con estas producciones y gracias a un frenético ritmo de trabajo que le llevó a ingresar en el Libro Guinness de los Récords por sus 5.000 horas de televisión durante su carrera profesional, produjo también telefilmes. Fueron trabajos poco memorables (salvo uno sobre el sida que ganó un premio Emmy), pero que supusieron el arranque de las carreras de buenos actores, como Nick Nolte o John Travolta.

Mientras la crítica especializada le machacaba por hacer productos sensibleros, facilones y pensados para el consumo masivo, esas producciones le convirtieron en uno de los magnates de la industria del entretenimiento y en uno de los hombres más ricos y poderosos del sector. A finales de los 70, cuando vio la luz su serie “Hart y Hart” y la revista “Forbes” cifraba su fortuna en 200 millones de euros, Spelling, al que le gustaba el lujo, adquirió en Beverly Hills una ostentosa mansión de 123 habitaciones con piscinas, bolera, pista de hielo y toda una planta dedicada a vestuario.

A inicios de los años 80, cuando formó su propia compañía -la Aaron Spelling Production-, se ganó nuevas audiencias millonarias con “Dinastía”, una serie que conectó con el deseo inconsciente de muchos de ver como sufren y se pelean los ricos. También tuvo buena aceptación “Hotel”, ambientada en el exclusivo Saint Gregory de San Francisco, pero “Los Colby” (1985) -parientes y rivales de los Carrington, de “Dinastía”- fueron un “pinchazo» en su carrera. Remontó en 1990, con “Sensación de vivir”, una serie de adolescentes que sería un hito de la televisión. Controlador de todo en sus producciones -del guión a la decoración pasando por el reparto-, incluyo a su hija, Tori, una mediocre actriz que hacia de sí misma. También tuvieron buena acogida “Melrose Place” y “Embrujadas”. Aunque sufría un cáncer desde hacía años, no había dejado de trabajar y estaba en la preproducción de una serie llamada “Split Decisión” cuando, el 23 de junio, falleció en su casa de Los Ángeles por las complicaciones de una embolia.


VÍDEOS DE Aaron Spelling
A continuación podemos ver un vídeo de Aaron Spelling :





Fotos de Aaron Spelling:



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